Horteradas máximas para decorar y amueblar el hogar

Publicado el 14 febrero 2014 por Iris Bernot @irisbernot
    Ya tienes una casa, bien, por fin has conseguido marcharte del nido de tus padres o de tus hermanos o de tus abuelos o de tus tíos y te has arriesgado a comprarte un piso tú solo o bien has decidido compartir tu vida con otra criatura similar ( o no) a ti y te has lanzado a comprar un piso o una casa, ese elemento que si algún día te separas será el motivo por el que acabarás odiando al otro con todas tus fuerzas o que si tienes suerte acabará siendo tuyo y no del banco después de estar ochenta años pagando cuotas abusivas para que los directivos del banco crápula de turno se bañen en las piscinas de sus mansiones. Ya tienes un sitio en el que descansar tus huesos, sí, pero aquí no acaba todo, que va, ahora viene lo mejor, o sea, amueblar y decorar el espacio para hacerlo tuyo o tuyo y de tu pareja ( o en muchos casos solo de tu pareja) y eso no es tan fácil, lector amigo y compañero de fatigas. Las tiendas de muebles, (ese coñazo horroroso cuyo único aliciente son los sofás y las camas expuestos para poder echarse en ellos bajo el pretexto del cansancio y el estrés), los decoradores gilip... y prepotentes de dudoso gusto, tu familia o la tuya y la del otro con ganas de meter la nariz y de imponer sus gustos, las revistas de muebles llenas de ofertas que luego no son tales, las películas americanas llenas de casazas preciosas y mega bien decoradas... El caso es que son muchas cosas y al final uno se acaba saturando, ¿verdad?        Yo nunca he sido de los que disfrutan decorando su hogar, eso os lo puedo asegurar, más que nada porque creo que la decoración es una chorrada máxima y que en realidad una casa solo es de uno cuando es funcional, sirve a sus propósitos, le es práctica y le hace la vida mejor y más sencilla a la par que le sirve de refugio frente al mundo exterior, ese que cada día se parece más al mundo apocalíptico de cualquier serie de zombies que se precie, y seguramente no estoy en posición de decir lo que vale y lo que no, pero creo que después de ver unos cuantos "hogares" puedo decir lo que me parece de mal gusto a la hora de amueblar y decorar, y a lo mejor, quien sabe, eso puede ayudarte a ti, lector confuso y a punto de quemar su nueva casa o su nuevo piso ( o apartamentito, como dicen algunos horteras que se piensan que viven en Francia o en EEUU).  Así pues, voy a darte algunas ideas sobre lo que quizás deberías desechar, para que así puedas centrarte un poco más a la hora de decidir qué decoración o qué muebles quieres poner en tu nueva cueva. 
     - Animales disecados: No, no, no y no. Ni animales enteros ni cabezas de éstos colgadas por las paredes. Es propio de psicópatas, de gente con muy mal rollo o con cierta siniestralidad interna y de aquellos que necesitan paliar la pequeñez de sus genitales mostrando a criaturas cuya vida vale más que la suya muertas como si fueran un trofeo.
    Candelabros, velas y cirios por doquier: Bolas de cristal, velas por todas partes, candelabros propios del castillo de cualquier vampiro, plumas negras de pájaros raros y todo tipo de cosas esotéricas o propias del mundillo de la brujería y la adivinación. Si no eres un brujo o un hechicero ni te ganas la vida echando las cartas no es necesario que te rodees de cosas "mal rolleras" capaces de llamar a todos los entes y fantasmas okupas de casas que hay pululando por ahí. Si quieres dormir bien, no lo hagas. 
    - Ángeles, vírgenes, santos y crucifijos por doquier: Si eres creyente me parece muy bien, pero no hace falta que todo el que vaya a tu casa sienta que van a hacerle un exorcismo, no serás más creyente por rodearte de todos tus amigos santos y mártires. Y no hablemos del típico corazón sangrante de Jesús o de la típica Virgen que parece que se está desangrando, porque eso ya entra dentro de lo morboso y de lo masoca-rarito.
    - Los típicos muebles de colores "a lo moderno": Sillas verdes, mesas azules, paredes rojas que invitan al suicidio, espejos en los que uno se ve gordo o flaco en extremo adornados por dibujos muy pop, etc... Toda esa parafernalia moderna y sin sentido, además de que te puede causar un ataque de ansiedad o de que te puede dejar sin el sentido de la vista, te costará muy caro, y además tendrás que aguantar al típico asesor- vendedor de gafas de pasta enormes y tupé que te intentará convencer de que eres un arcaico y un ser indigno por el simple hecho de desear tener una mesa y unas sillas normales de madera.
    - Lo minimalista: Si te dicen que te compres dos palos de metal para ponerlos en la pared del salón y un cubilete en medio para sentarte porque lo minimalista es lo más actual y lo más cool no te dejes embaucar. Te gastarás el dinero y te dará la sensación de que algún ogro se lo ha comido a cambio de nada, porque nada es lo que tendrás por lo que has pagado.
   - Fotos familiares o de la pareja por todas partes: Si estás pensando en forrar las paredes con fotos tuyas y de tu familia y pareja piénsalo dos veces. Tu casa no es un mausoleo y no hace falta que hagas un homenaje a tus seres queridos pegándolos por todas partes ni que tengas sus ojos observándote por todos lados.
   - Encajes, ganchillos y cosas del estilo: Cortinas de encaje de tu abuela, manteles de ganchillo de tu madre, sillas tapizadas con borlas rojas de tu suegra... Todo aquello que pretendan que sea parte de tu casa para que ésta viaje a cien años atrás, mejor deséchalo. Es importante que tu casa esté ambientada en el momento actual para que no acabes con algún trastorno mental por culpa de la confusión temporal.
   - Decoración elegida por otros: No, no y no. Tu casa es tuya y eres tú quien debe vivir en ella. Si tienes pareja y tienes que compartir con ella las decisiones, intenta encontrar algo que os plazca a los dos, o, de lo contrario, la casa siempre será solo de uno de vosotros. Palabra.  
    En fin, no sé si te habré ayudado con esto, pero espero que sí. Supongo que ahora, al menos, cuando estés en medio de la tienda de muebles de turno, no te sentirás tan perdido... ¿O sí? 

¿Quieres acabar en medio de esto? Pues entonces, piénsalo un poco...