El Hospital de San Nicolás de Bari, fundado en 1503 en Santo Domingo (República Dominicana) es la primera institución de salud en el continente americano. Este edificio fue pionero en la atención médica y la asistencia social durante los primeros años de presencia española en el Caribe. Aunque hoy sólo quedan sus ruinas, su legado como el primer hospital del Nuevo Mundo, que prestó servicios durante más de tres siglos y medio, sigue vivo.
Fundación pionera en América: En 1503, impulsado por fray Nicolás de Ovando, gobernador de La Española, dio inicio la construcción del primer hospital del Nuevo Mundo. Durante sus primeros años, el hospital consistía en un edificio provisional de madera con capacidad para unos pocos enfermos. La construcción en piedra y ladrillo no se terminó hasta 1522.
Arquitectura monumental: El edificio, una mezcla de arquitectura gótica y renacentista, constaba de tres naves: la central se utilizaba como iglesia y en las laterales se albergaba a los enfermos. Era uno de los mayores y más recios edificios de la ciudad y su estructura sirvió de referencia para la construcción otros hospitales en América.
Funciones y servicios: El hospital daba servicio a españoles y naturales. En su momento de mayor esplendor llegó a albergar hasta 60 enfermos diarios y dar atención alrededor de 700 personas por año. Fue también un centro de caridad y asistencia social para soldados, esclavos y huérfanos.
Declive y abandono: A pesar de haber sobrevivido al ataque del corsario Francis Drake y resistido terremotos y huracanes, el hospital San Nicolás de Bari fue finalmente abandonado. En el siglo XVIII el establecimiento prestó servicios como Hospital Militar y posteriormente las condiciones sociales y políticas imperantes motivaron que el hospital viniera a menos. A principios del siglo XX, sus ruinas estaban tan deterioradas que suponían un riesgo para la población.
Patrimonio de la Humanidad: Actualmente, las ruinas del hospital son parte de la Zona Colonial de Santo Domingo, junto con la Catedral de Santa María la Menor y la Universidad Santo Tomás de Aquino, y declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Este lugar es un recordatorio del papel pionero de Santo Domingo en la historia de América.
Publicado en Fundaciones hispánicas, HISTORIALa llegada del hombre a la luna me pilló con pantalones cortos y estudié en una universidad aún revuelta por la transición. Un travieso gusanillo interior me llevó a Centroamérica, a dedicarme en cuerpo y alma al sufrido oficio de cooperante, que me ha dejado unas cuantas arrugas, muchos amigos, el amor por la literatura hispanoamericana y una cantidad indeterminada de historias por contar. www.laotraliteratura.com Ver todas las entradas de julioalejandre