Comienzan a confrontarse en España olvidados conceptos políticos y religiosos tras el anuncio del Gobierno de no atender más que en urgencias y maternidades a los 543.349 extranjeros irregulares conocidos, que hasta ahora se trataban gratuitamente, con abusos como incluso cambios de sexo.
Tras la atención de urgencia, ¿qué pasará con el inmigrante enfermo crónico o que necesite atención permanente, por ejemplo por tuberculosis, notable en esta población?
Y aquí aparecen los problemas, el primero de ellos ético: un indocumentado, aunque se niegue a revelar su origen para no ser extraditado, es un ser humano, y abandonarlo es inhumano.
Pero, a la vez, una sociedad organizada no tiene por qué pagar con los impuestos de sus ciudadanos la cura de quien no pertenece a su comunidad. Una familia no debe ser obligada por el Gobierno a compartir su comida con los transeúntes; sólo lo hará por propia voluntad, por caridad más que por solidaridad porque esta espera reciprocidad a la larga.
El pensamiento socialdemócrata del igualitarismo en derechos, aunque no en deberes, ha dominado el último medio siglo Europa, incluso EE.UU., donde en contra de lo que se cree el Medicare atiende gratuitamente a enfermos crónicos y ancianos, y Medicaid a pobres.
Pero esos programas son insuficientes. Se compensan las ausencias con la “caridad judeocristiana”, despreciada por el pensamiento socialdemócrata: hospitales construidos por iglesias cristianas y sinagogas para los necesitados, o los numerosos servicios de hospitales privados sostenidos por esas organizaciones.
Obama pretende europeizar, socialdemocratizar, la sanidad estadounidense, pero tiene cada vez menos dinero y la oposición del pensamiento caritativo tradicional.
No se sabe hacia dónde va Europa. Toda la UE ha empezado a recortar la sociedad del bienestar: la invasión económica asiática, la llegada de masiva de africanos y la competencia globalizadora impide según los gobiernos, mantener los avances sociales del último medio siglo conseguidos en naciones cerradas y autoprotectivas.
Volvemos a revivir la caridad, y veremos que hacen ahora los sindicatos y las ONGs laicas, porque los compromisos sociales de las iglesias ya los conocemos.
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SALAS. Como tantas veces nuestro genial artista se anticipa a la historia. Publicaba ayer la tira que ve usted aquí en El Correo Gallego. Debió inspirar al PP, porque ese partido sacó poco después el vídeo que aparece abajo.