Hotel Calipolis en Sitges

Por Diario De Viaje De Kiana @ViajeKiana

Hotel Calipolis


Hace unos días tuve la oportunidad de pasar un fin de semana en Sitges, ciudad que había visitado en un par de ocasiones pero que no le había dedicado el tiempo que realmente merece. En mi estancia en la ciudad (que os contaré en el siguiente post) me alojé en el Hotel Calipolis del que os voy a hablar en este artículo. 

Se trata de un hotel 4 estrellas situado a primera línea de mar, en pleno centro del paseo marítimo de Sitges, a escasos 10 minutos andando de la conocida iglesia de San Bartolomé y Santa Tecla que tenía la oportunidad de ver desde la terraza de la habitación, lo que fue una gozada. 
Entre las 170 habitaciones de que dispone el hotel las hay con vistas al mar y otras a la montaña. Os recomiendo que escojáis las que disponen de terraza con vistas al Mediterráneo para disfrutar más de la estancia en el hotel. Los que me conocéis ya sabréis que soy una enamorada del mar y podría estar horas viendo el movimiento de las olas y escuchando el sonido del agua. Así que salir a la terraza del hotel nada más levantarme, a primera hora de la mañana, ver el paseo marítimo todavía vacío, contemplar el movimiento tranquilo de las olas y ver el sol brillando que me daba los buenos días fue muy agradable.   

Vistas desde la habitación del hotel Calipolis


Otra opción es tomarse una copa en la terraza viendo el atardecer después de un largo día paseando por la ciudad. Es uno de esos pequeños placeres que hace que vivamos momentos muy agradables que quedarán guardados en nuestro recuerdo. 

Detalle de bienvenida del hotel Calipolis


Las habitaciones son amplias, luminosas, confortables y modernas a pesar de que el hotel cuenta de más de 40 años de vida (de hecho fue el primer hotel de la cadena Hesperia), pero en 2004 hicieron una reforma completa que lo hace prácticamente nuevo. Disponen de escritorio de trabajo, minibar, aire acondicionado, televisión por satélite, caja fuerte  y wifi-gratuito.


El baño también es muy amplio y tiene secador de pelo y amenities de baño que nos permitirán no tener que llevar de casa el champú, el gel y la crema hidratante, entre otros, y así ahorrar espacio en nuestro neceser. 
 

La gastronomía es uno de los puntos fuertes del hotel. Su cocina es de calidad, con elaboraciones en las que se cuidan los detalles. Nuestra primera experiencia gastronómica fue por la tarde, cuando disfrutamos de una merienda en el bar terraza.

Por la noche cenamos en el restaurante Ágora, en el que disfrutamos de la cocina mediterránea con un toque moderno y original. Juzgad vosotros mismos...


Si tenéis ganas de tomaros una copa después de cenar disponéis del Lizard CLC, lugar de referencia de la noche de Sitges
Por la mañana empezamos el día cogiendo fuerza con un desayuno en el restaurante Mirador. El desayuno buffet es de lo más completo, no echaréis de menos nada. Al revés, a lo mejor os costará decidiros entre tantas opciones dulces o saladas. Todo es tan apetecible que cuesta no llenar el plato. Y una vez tengáis el plato en la mesa podréis disfrutar de nuevo de las vistas del mar, elemento que os acompañará durante toda vuestra estancia en el hotel. 


El hotel está abierto todo el año. En la época estival suelen acudir turistas que quieren disfrutar del sol y la playa. Sin embargo, en invierno el hotel suele hospedar a personas que asisten a congresos en Sitges (segundo  lugar de Catalunya en el que se realizan más convenciones) o bien en Barcelona y prefieren alojarse en Sitges para tener algo más de tranquilidad. El hotel también cuenta con 7 salas de reuniones para celebrar eventos y convenciones. 
En verano podréis disfrutar de unos momentos de relax en la piscina del hotel, aunque debo decir que ésta no es muy grande. De hecho no hace falta que sea verano para gozar de buen clima en Sitges ya que al estar cobijada por el macizo del Garraf se crea un microclima que les permite presumir de tener más de 300 días de sol al año. De hecho nosotros estuvimos hace unos 15 días (a mediados de mayo) y estuvimos muy a gusto tomando el sol y refrescándonos un poco en el agua de las piscina.  

En conclusión, fue un fin de semana redondo y la buena experiencia en el Hotel Calipolis contribuyó a ello.  En el próximo post os mostraré todo lo que visitamos en Sitges, ciudad que os recomiendo que visitéis si tenéis la oportunidad.
Os propongo un brindis por todos los buenos momentos vividos y para empezar la semana acordándonos de ellos. ¡Salud!  ;-)