HOTEL MIRANDA & SUIZO (***)Floridablanca 2028200 San Lorenzo del Escorial (Madrid)Habitación: 315Fecha de entrada: 19/06/2023
Tarifa: En el corazón de la histórica villa, a veinte pasos del Monasterio ,en una tranquila calle adoquinada, con algunos árboles encontramos este clásico edificio de cuatro alturas con balcones con rejas casi ocupados por enormes aparatos de aire acondicionado. Los toldos y los árboles proveen de sombra a las personas que se sientan en la larga terraza que ocupa toda planta baja del hotel a la que se abre, trans grandes ventanales de madera una cafetería de corte clásico con mesas y sillas de madera y terciopelo rojo. Un toldo cuadrado en blanco con letras doradas con el nombre del hotel nos indica la puerta de acceso al establecimiento.Bajo el toldo, dos escalones, para acabar tirando de una puerta de madera y cristal con un pomo dorado que nos conduce por un pasillo ubicado entre la cafetería (a la izquierda), y el comedor y unas escaleras con barandilla dorada (a la derecha) hasta el mostrador de recepción, que queda empotrado en la pared, a la izquierda. Un mostrador de madera, con algunos folletos del hotel, una pantalla de ordenador, algunos cuadros eléctricos detrás y un joven que nos atiende amablemente. Apenas nos pide los datos y nos entrega un folio para firmar el bienvenida, y nos da una cartulina amarilla con el número de la habitación escrito a rotulador grande, algunos datos del hotel y dos tarjetas blancas sin personalizar para abrir la puerta. Nos recomienda que dejemos una en el cajetín para que no se apague el aire acondicionado si salimos de la habitación...Giramos sobre nuestros pasos y encontramos, en el hueco que queda bajo la escalera una antigua centralita de teléfonos, a su lado una mesa en la que se ofrece una bebida de cortesía (agua con hielo y algunos cítricos) y a continuación el modernísimo ascensor. Su interior, en metal gris y espejo aparece reluciente y moderno, con un par de carteles -algo manoseados- que informan sobre el servicio de desayuno del hotel. Las puertas se abren tras un pitido a un estrecho pasillo de madera cubierto casi en su totalidad por una larguísima alfombra clásica en tonos rojizos y crudos. A la derecha ventanas protegidas por visillos y a la izquierda, paredes en vescom amarillo algo anticuado y puertas de madera de pino con algunas molduras. Manivelas doradas.