"Puede que Drácula sea un monstruo de fama mundial, pero en realidad es un hombre de familia", —asegura el director Genndy Tartakovsky, que ayudó a reinventar a los monstruos clásicos, como Drácula, Frankenstein, el hombre lobo y muchos más, en la comedia de animación de gran éxito “Hotel Transilvania”. La película original de 2012 recaudó más de 350 millones de dólares en todo el mundo y aún mantiene el récord del estreno más taquillero del mes de septiembre de todos los tiempos en Estados Unidos. Y ahora la pandilla de Drácula vuelve, con Tartakovsky una vez más en la dirección. La película empieza con los humanos y los monstruos aprendiendo por fin a coexistir. "Todo marcha bien en el mundo de Drácula", —comenta Tartakovsky—. "Jonathan y Mavis se han casado y han tenido un hijo, Dennis; y eso lleva a la gran pregunta de esta película: ¿es Dennis un vampiro o un humano? Mavis y Johnny están dispuestos a aceptar a su hijo por lo que quiera que sea pero, naturalmente, Drácula espera secretamente que Dennis sea un vampiro. Teme que, si Dennis es humano, Mavis quiera criarlo en el mundo de los humanos y no en el hotel. Así que Drácula pretende hacer cuanto esté en su mano para conseguir que Dennis enseñe los colmillos."Como toda madre abnegada, Mavis quiere lo mejor para su hijo. Por mucho que le encante el hotel (que es, al fin y al cabo, el único hogar que ha conocido) siente que, si Dennis es humano, lo mejor para él sería criarse con otros humanos. Así que, para ver cómo podría ser eso, Mavis deja a su padre al cargo de Dennis mientras ella va con Johnny a visitar a su familia política humana en su ciudad natal de Santa Cruz. Mientras ella descubre los fascinantes usos y costumbres de la vida humana (desde sus 48 sabores de granizados a las tiendas abiertas 24 horas), Drácula está perdiendo un poco la cabeza en el hotel imaginándose su vida sin su hija, lo que no hace sino convencerlo aún más para conseguir que el pequeño Dennis saque los colmillos y darle así a Mavis una razón para no dejar nunca el Hotel Transilvania. La solución de Drácula: un épico viaje por carretera, en el que Drácula y sus amigos no reparan en medios para hacer pasar al pequeño “aprendiz de monstruo” por un completo campamento de entrenamiento de monstruos; sin embargo, sus planes se van al traste cuando el propio padre de Drácula, Vlad, les hace una visita sorpresa.
Vlad está interpretado por el mito de la comedia Mel Brooks, uno de los pocos EGOT del mundo (lo que significa que ha ganado un Emmy, un Grammy, un Óscar y un Tony)."Es uno de los grandes pilares de la comedia, está en activo desde hace una eternidad, dio forma a mi sentido del humor y sigue siendo ingenioso y agudo, así que estaba muy nervioso de pensar en dirigirlo. Es asombroso, no es que necesite que lo dirijan", —confiesa Tartakovsky—. "Pero recuerdo que, en cierto momento, quería oír cómo me parecía que debía decir una línea concreta. ¿Qué iba a decirle yo a Mel Brooks?Pero quería que lo hiciera, así que lo hice, y le gustó, y lo hizo igual que yo. Fue un momento increíble para mí, nunca se me olvidará."En la versión española de la película, es el gran Arturo Fernández quien se hace cargo de la voz de Vlad. Un clásico de la escena y el cine español como Arturo Fernández era la elección ideal para este personaje. "Me costó animarme a aceptar el trabajo, no me atrevía en un principio, pero me ha dejado un sabor muy grato y me gustaría repetir la experiencia. El público tendrá mucha curiosidad por oír estas voces incorporadas en la película."