Hotel venture sant cugat (sant cugat del vallés - barcelona)

Por Candreu

HOTEL VENTURE SANT CUGAT (***)Carrer de Vic 1908173 San Cugat del Vallés (Barcelona)Habitación: 207
Fecha de entrada: 13/05/2022
Tarifa:
 
En una amplia rotonda, desde la que se accede a los túneles de Vallvidriera que comunican el Vallés con la Ciudad Condal, rodeado de gasolineras, un pequeño centro comercial y un par de restaurante hallamos este edificio rectangular recientemente restaurando, Cuatro alturas recubiertas por una fachada en tono llamativamente verdoso. En uno de los laterales, bajo una marquesina con el logo -de aire californiano- del hotel, encontramos la puerta de acceso. Una rampa doble o media decena de escaleras nos dejan frente a una pared de cristal en la que se abren dos puertas automáticas.
Allí mismo, dejando a la izquierda el corto pasillo que lleva a los ascensores y un par de butacas con una mesa de centro, y a la izquierda un par de sofás, nos encontramos con el enorme mostrador de recepción. Negro, de madera, en forma de L. Compartido en el tramo corto con el bar, que se abre, grande, alto  y luminoso hacia el fondo del espacio. Sensación de amplitud, luz y novedad aunque también de renovación reciente pero no del todo. La joven nos indica la contraseña del wifi que funciona muy bien en todo el hotel, el horario del desayuno y queda a nuestra disposición para lo que podamos necesitar. Hacia la izquierda, un pasillo corto nos deja junto a un tótem repleto de folletos turísticos y dos ascensores de puertas metálicas correderas. Su interior es completamente de cristal y corren, panorámicos por la fachada del edificio. En el interior se concentra bastante calor -porque el sol les da de lleno- y además de la botonadura metálica y moderna hay varios carteles plastificados con avisos de los servicios del hotel, así como una pantalla que nos va hablando (también con voz) del piso por el que vamos y de la apertura y cierre de puertas. Estas se vuelven a abrir en un pasillo similar al de la planta baja, y de allí hacia derecha e izquierda corre un pasillo enmoquetado, algo estrecho al que se abren las puertas de las habitaciones, en madera gris con un punto verdoso y grandes pomos metálicos.Tras la puerta, madera clara en el suelo, con cierta sensación de plastificada, pero cuidada y brillante. Un primer pasillo ancho antes del dormitorio, iluminado por un punto de luz fría. A la izquierda, la ranura para activar la iluminación del espacio y un par de interruptores. A la derecha, justo detrás de la puerta (que tiene un espejo de cuerpo entero) está el armario. Sin puertas. Un bloque de madera gris con dos partes: en una un colgador con media docena de perchas antirrobo y en la otra varias baldas en las que podemos encontrar además de una vieja caja fuerte, una enorme bolsa gris en la que se ofrecen algunas mantas suplementarias. A continuación del armario hay un maletero a juego con aquel, que incorpora unas tiras metálicas para su protección. Paredes en vescom claro.El espacio del dormitorio es generoso y fresco, ya que el aire acondicionado está encendido. Se maneja desde un sencillo display anclado a la pared con una rueda para la temperatura, un botón para regular la intensidad y otro para el encendido y apagado. Resulta eficaz pero también sonoro. Ya dentro del dormitorio y a continuación del maletero encontramos una sencilla mesa de escritorio: una madera a juego con el armario y el maletero sostenida a un lado por una pata metálica y al otro por una madera. Debajo, una -algo incómoda- silla de piel con patas finas de meta, una papelera con una bolsa negra y un minibar con dos botellas de agua fría de cortesía, En la pared encontramos dos enchufes disponibles y una televisión de pantalla plana. A su lado, un aplique de luz en metal con pantalla de tela color crudo que da al ambiente un punto de calidez. Esta lámpara hace juego que las dos que hay sobre las mesillas. En el espacio que hay entre la mesa y la ventana se dispone una butaca de finas patas y brazos metálicos y tapizada en piel negra. La ventana está protegida con un visillo blanco y por delante una cortina de foscurit de color verde turquesa. Aunque entra bastante luz, las vistas no son muy agraciadas y dan a un semiabandonado edificio industrial y a un patio que acumula viejas bombonas, cámaras frigoríficas... La insonorización exterior es óptima, amen de que el espacio al que da está abandonado. La interior podría ser algo mejorable y se escuchan bastante las voces del pasillo y las puertas contiguas. La cama resulta grande y cómoda. No en vano son dos camas (dos colchones de gran calibre y dos canapés) perfectamente unidos. Vestida con un edredón agradable y un plaid -no demasiado sucio- a los pies, en tonos turquesas. Cuatro almohadas y un cojín turquesa. La cama se empotra contra un cabecero de madera color gris con barras metálicas de decoración, y todo ello bajo una pared en verde turquesa con cierto relieve rugoso. A cada lado sendas mesillas de madera. En una el teléfono y el mando a distancia. Sobre ambas, interruptores para la luz, dos enchufes para los aparatos electrónicos y un par de lámparas de metal y tulipa en tela cruda.El baño es correcto de tamaño, con paredes y suelo de porcelana, en color gris para el suelo y en color arena para las paredes. Lástima la penosa luz fría superior que lo hace poco atractivo. Frente a la puerta hay una encimera de cristal blanco con el lavabo. Sobre ella, doblada, una toalla de manos. En la pared superior hay un espejo que queda bastante bajo para los que somos de demasiada altura -y no hay espejo de aumento-, y un dispensador de jabón de manos de color naranja. En la pared de la derecha hay un secador de pelo de escasa potencia. En la de la izquierda, hay un toallero del que cuelgan dos toallas de bañera y una de manos de calidad algo justa. Debajo, hay una mesita de ruedas en la que se presentan dos toallas de bañera, y una mas de manos, todas ellas de calidad algo justa, un gorro de baño, un paquete de pañuelos de papel, tres botes de champú, gel y acondicionador y dos vasos de plástico, envueltos en plástico. Detrás de la puerta queda el inodoro, que es antiguo aunque bien cuidado. A la derecha, la amplia cabina de ducha, con puertas correderas de aluminio algo flojo y cristal. En su interior, anclado en la pared, otro dispensador de gel de color naranja y dos grifos. Uno termina en una ducha de teléfono a media altura, y el otro en un enorme rociador de efecto lluvia anclado en el techo. La presión de agua en el lavabo es bastante escasa. Todo lo contrario a la de la ducha que destaca por su presión, caudal y temperatura. La aireación del espacio del baño no es muy adecuada y hace que se llene de vapor enseguida.Por la mañana, en el gran espacio junto a la recepción se sirve un desayuno buffet. Llegamos justo después de un grupo ruidoso y numeroso que ha arrasado con todo. Una máquina de café de no muy mala calidad, variedad de zumos en botes individuales, batidos, fruta cortada, jamón de york, pavo y queso cortados en finas lonchas, sándwiches ya preparados de jamón y queso, bocadillitos vegetales, bollería algo mejorable, cereales en cajas...  Después en el mostrador de recepción simplemente adiós.Calidad/precio: Servicio: 7Ambiente: 7Habitación: 8Baño: 8Estado de conservación: 9Desayuno: 6Valoración General: 7.5