Hoy estaba en sitio y un señor hablaba por teléfono con su hija, le decía que el chinkungunya no es por el mosquito sino por un virus. Que a la humanidad le esperan muchos cambios. Que para curarnos tenemos que enfocarnos en sanarnos nosotros mismos con nuestra energía, que para eso Dios o el creador nos dio libre albedrío. Yo le creo. Aunque cuando escucho la palabra: cambios, me da miedo. Porque yo le tengo miedo a los cambios, aunque claro, yo he cambiado a lo largo de los años, así que supongo que esta bien cambiar.
Cuando estaba en la farmacia para comprar un Nescafé, comenzaron a hacer cola para comprar Cerelac (un alimento que se prepara con leche y es a base de trigo) y compotas, las cuales hace tiempo que no se consiguen. Y lo pensé: necesitamos cambiar.
Cuando fui al supermercado a comprar unas cosas, antes de pagar me senté un momento en la zona de cafetería para tomarme un café (en la farmacia no lo pude comprar porque la maquina de Nescafé estaba dañada) y se fue la luz. Entonces lo pensé: necesitamos cambiar.
Cuando he llegado a mi casa me encontré con que no hay luz en gran parte de la zona, mi casa tiene luz pero los edificios y calles al rededor no tienen. Y entonces lo primero que pensé fue: necesitamos cambiar.
No se si le tengo mas miedo al cambio o a seguir igual.