Estamos de fin de semana, y que mejor que estrenarlo con una recetita nueva! En esta ocasión os traemos unas riquísimas albóndigas de pollo con una salsa ligera y suave que le va que ni pintada a esta carne y que, además, es ideal para cuidarnos ahora que estamos en pleno verano.
Un plato perfecto para toda la familia, a los niños les encantará, y a los no tan niños, y que puedes acompañar de lo que más te apetezca: un arroz blanco, patatas fritas, algo de pasta salteada o una fresca ensalada, admite de todo!
Vamos con ella:
ALBÓNDIGAS DE POLLO EN SALSA VELOUTÉ
Ingredientes (4 personas)
Para las albóndigas:
- 500 gramos de carne picada de pollo (o pavo)
- 1 huevo
- Un puñadito de queso rallado
- Una rebanada de pan pequeña (unos 70 gramos)
- Leche
- 1 ajo
- Perejil picado
- Sal
- Pimienta
- Harina para rebozar
- Aceite para freír
Para la salsa:
- Una cucharada de aceite
- 1 ajo
- 3 pimientos del piquillo en conserva
- 1 cucharada de harina
- 3 cucharadas de tomate frito
- Medio litro de caldo de carne (yo uso el de Gallina Blanca)
- Sal
Preparación
1. Lo primero es hacer las algóndigas. En un plato echa la leche y pon a remojar la rebanada de pan, mientras tanto mezcla en un bol la carne salpimentada, huevo, ajo picado muy fino, perejil picado, queso rallado, y cuando el pan esté bien remojado, escúrrelo un poco y échalo también al bol. Una vez que todos los ingredientes están juntos, mezclalos bien con las manos limpias, hasta que quede una masa homogénea con todo bien integrado.
2. Con las manos ligeramente húmedas, ve formando las albóndigas y ponlas en una bandeja con harina. Enharinálas por todos los lados y pásalas de una mano a otra para retirar el exceso.
3. En una sartén con aceite caliente dóralas por el exterior para que se selle la carne, no es necesario que las hagas completamente, después se terminarán de cocinar con la salsa. Ponlas sobre un papel absorbente y reserva.
4. Y ahora la salsa. En una guisera echa una cucharada de aceite y dora el ajo bien picado hasta que empiece a chisporrotear. Ahora añade los pimientos del piquillo cortados en trozos pequeños y deja que se cocinen 2 o 3 minutos. Agrega la cucharada de harina y remueve bien para que se haga y no sepa a crudo. Una vez que la harina se ha dorado echa el tomate frito y sigue removiendo.
5. Agrega el caldo de carne en tres veces. Es como hacer una bechamel pero con caldo, echa un poco y remueve, cuando veas que se espesa, vuelve a echar un poco más y sigue removiendo. Cuando veas que se liga echa el resto del caldo, baja el fuego y déjalo que se cocine unos 10 minutos para que espese y se quede cremoso. Pasado este tiempo bate bien todos los ingredientes para que quede la salsa más fina. Rectifica de sal y vuelve a poner la guisera al fuego.
6. Introduce las albóndigas en la salsa, y déjalas a fuego suave otros 8-10 minutos para que terminen de hacerse por dentro y empapen bien el sabor de la salsa. Apaga el fuego y deja que reposen tapadas unos 5 minutos antes de servir.
Fácil, rico y ya veréis que sabor tienen con esta salsa!