Hoy, con Dámaso Alonso y el tema de España en la poesía española contemporánea (XXXIV)

Por Harendt

Plaza Mayor (Madrid)


¿Por qué buena parte de los españoles que nos declaramos de izquierdas damos la impresión de estar un tanto perdidos en el uso de términos tales como "pueblo, país, patria, gobierno, nación, España, estado"?... Al usarlos parecen similares pero no lo son. Para la derecha, sí; todo es lo mismo y va en el mismo saco. Los españoles que nos declaramos de izquierdas no deberíamos avergonzarnos de reivindicar el uso del nombre de España, la patria común que a todos nos acoge y ampara, No es solo de ellos, es también nuestra. Y deberíamos hacerlo sin vergüenza alguna, sin ningún tipo de remordimiento, sin amargura ni complejo de ninguna especie. Y para eso puede servirnos la poesía.

De ahí, mi atrevimiento de traer durante unas cuantas semanas, o mientras el cuerpo aguante, lo que algunos de los grandes poetas contemporáneos, poetas del exilio exterior e interior, pero españoles todos hasta la médula, han dicho sobre su patria común, sobre la nuestra, sobre España y su añoranza. Y es que, en palabras de Walt Whitman, "el poeta es el instrumento por medio del cual las voces largamente mudas de los excluidos dejan caer el velo y son alcanzados por la luz".  
Hoy traigo hasta el blog al poeta Dámaso Alonso. Nace en Madrid en 1898, pero pasa su infancia en Asturias. Estudia derecho y filosofía y letras en la universidad de Madrid y participa en las actividades de la Residencia de Estudiantes junto a sus amigos García Lorca, Buñuel, Dalí, Cernuda, Altolaguirre y Aleixandre, que le introduce en el mundo de la poesía. Colabora asiduamente con la Revista de Occidente y enseña como profesor en las universidades de Oxford y Valencia. Literato, filólogo y poeta, perteneciente a la Generación del 27, su poesía se encuadra en la denominada poesía pura de inspiración juanramoniana. La guerra civil deja en él una profunda huella que vuelve su poesía desgarrada y sombría, con un cierto aire existencialista. Traduce a Joyce al español. Fue miembro de la Real Academia de la Historia y de la Real Academia Española en la que sucedió como director a Ramón Menéndez Pidal. Murió en Madrid en 1990. Les dejo con su poema "Nuestra heredad":

Juan de la Cruz prurito de Dios siente,

furia estética a Góngora agiganta,
Lope chorrea vida y vida canta:
tres frenesís de nuestra sangre ardiente.

Quevedo prensa pensamiento hirviente;

Calderón en sistema lo atiranta;
León, herido, al cielo se levanta;
Juan Ruiz, ¡qué cráter de hombredad bullente!

Teresa es pueblo, y habla como un oro;

Garcilaso, un fluir, melancolía;
Cervantes, toda la natulareza.

Hermanos en mi lengua, qué tesoro

nuestra heredad -oh, amor, oh poesía-,
esta lengua que hablamos -oh belleza-.
"Nuestra heredad"
Dámaso Alonso
Y mañana nos vemos con el poeta Luis López Anglada. Sean felices por favor, y ahora, como también decía Sócrates, "Ιωμεν": nos vamos. Tamaragua, amigos. HArendt




El poeta Dámaso Alonso


Entrada núm. 2129http://elblogdeharendt.blogspot.comPues tanto como saber me agrada dudar (Dante Alighieri)