Hoy es un gran día en esta casa, porque tal día como hoy mi enano llegó al mundo hace ya ocho añazos. El tiempo pasa demasiado rápido y a veces me dan ganas de pararlo para respirar y simplemente observar. Pero esto no tiene pause y lo que un día fue un bebé, hoy ya es un pequeño hombrecito.
Hoy es su gran día y lo celebraremos en familia y con sus amigos. Soplará su vela, cantaremos, reiremos, jugaremos, y por unas horas sólo existirá felicidad sin ninguna preocupación.
Gracias jomío por cada uno de los momentazos que nos has dado en estos ocho años. Por llegar a nuestra vida para ponerla aún más patas arriba. Para enseñarme que no es lo mismo una niña que un niño. Para demostrarme que los niños aunque se críen en un mismo hogar no podrán jamás ser iguales. Por darme tantos dolores de cabeza muchas veces y que me tenga que repetir ¿pero qué hago con él, lo mato o lo mato?… Por recordarme que la mente de un niño sí es más rápida que la de un adulto y dejarme callada y muerta de risa con tus respuestas. Por dejarme ver reflejado en ti la pequeña gamberra que yo fui y de la que aún queda algo dentro. Por cambiar toda la visión de la maternidad que ya tenía adquirida con tu hermana. Por conseguir que me multiplique más de lo que ya lo hacía y salir victoriosos. Por ser el primer fan de la cocina de tu madre, que a veces deja algo que desear, y no sé si lo haces por amor o porque realmente te lo zampas todo, pero siempre quedas encantado. Porque a pesar de lo trasto que eres y de que casi a diario me haces perder los nervios, veo en ti cosas que me hacen saber que serás una persona grandiosa.
En fin que me pongo ñoña, que hoy tenemos tarta señores así que pasen y sírvanse a gusto, están en casa!!