El Día Mundial del retrete es una fecha donde las Naciones Unidas celebra los baños y crea conciencia sobre los más de 4.200 millones de personas que viven sin acceso a un saneamiento gestionado de forma segura.
La idea es tratar de tomar medidas para abordar la crisis mundial del saneamiento y lograr el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6: agua y saneamiento para todos en 2030.
Las inundaciones, la sequía y el aumento del nivel del mar amenazan los sistemas de saneamiento, desde los inodoros hasta las fosas sépticas y las plantas de tratamiento. Para la ONU, todos deben tener un sistema de saneamiento sostenible que pueda resistir el cambio climático, manteniendo a las comunidades saludables y funcionando.
Estos sistemas también reutilizan los desechos para impulsar la agricultura de manera segura, reducir y capturar las emisiones para obtener energía más verde.
¿Qué tienen que ver los baños con el cambio climático?
Los efectos del cambio climático amenazan los sistemas de saneamiento, desde los inodoros hasta las fosas sépticas y las plantas de tratamiento. Por ejemplo, las inundaciones pueden dañar los inodoros y esparcir los desechos humanos en los suministros de agua, cultivos alimentarios y hogares.
Estos incidentes, que son cada vez más frecuentes a medida que se agrava el cambio climático, provocan emergencias de salud pública y degradan el medio ambiente.
¿Cómo protegen los baños nuestra salud?
Con tantas personas que viven sin acceso a un saneamiento gestionado de forma segura, a menudo utilizan baños inadecuados y poco fiables o practican la defecación al aire libre.
Los desechos humanos no tratados salen al medio ambiente y propagan enfermedades crónicas y mortales. Los sistemas de saneamiento sostenibles, combinados con las instalaciones y el conocimiento para practicar una buena higiene, son una fuerte defensa contra el COVID-19 y futuros brotes de enfermedades.
¿Cómo pueden los inodoros ayudar a combatir el cambio climático?
A nivel mundial, el 80% de las aguas residuales generadas por la sociedad regresa al ecosistema sin ser tratada ni reutilizada. Las aguas residuales y los lodos de los inodoros contienen agua, nutrientes y energía valiosos. Los sistemas de saneamiento sostenible también hacen un uso productivo de los desechos para impulsar la agricultura de manera segura y reducir y capturar las emisiones para obtener energía más verde.
¿Cómo es un sistema de saneamiento sostenible?
El saneamiento sostenible comienza con un inodoro que capture de manera efectiva los desechos humanos en un entorno seguro, accesible y digno. Luego, los desechos se almacenan en un tanque, que puede ser vaciado más tarde por un servicio de recolección o transportado por tuberías.
La siguiente etapa es el tratamiento y la eliminación segura. La reutilización segura de desechos humanos ayuda a ahorrar agua, reduce y captura las emisiones de gases de efecto invernadero para la producción de energía y puede proporcionar a la agricultura una fuente confiable de agua y nutrientes.