Hace tiempo que ESA idea te ronda por la cabeza, y todavía no te has puesto manos a la obra. Sabes el tema sobre el que quieres escribir, pero quizá te falla que no tienes un itinerario muy delimitado y te da algo de miedo lanzarte a la aventura. Piensas que en cuanto te pongas a escribir la idea te parecerá menos atractiva, te atascarás, te aburrirás o no tendrás claro cómo continuar. No sabes siquiera qué personajes intervendrán en la historia, no los conoces y no te has puesto a exprimirte el cerebro para poder conocerlos. No sabes si ésa escena de amor pegará con el resto del texto, y tampoco tienes muy claro cómo acabará todo porque el final no está nada claro en tu cabeza.
¿Y qué? ¿Acaso es mejor seguir pensando en esa historia que quieres escribir hasta que tu cabeza se olvide de ella? Ponte al día, haz una lista de todo lo que quieres incluir en tu historia, comienza a pensar en el protagonista sobre el que recaerá toda la acción o si prefieres una novela con muchos personajes. Determina el tiempo narrativo, la persona en la que contarás la historia, el género al que pertenece, inventa una sinopsis como si tu historia aún no escrita fuera a ser publicada y tuvieras que incluirla en la contraportada. Escribe las primeras líneas sin fijarte demasiado en cómo te ha quedado, cámbialas y dales otra forma, comienza de nuevo. No elimines nada y, sobre todo, continúa.
Y, por si acaso, lee estos consejos:
Si haces CLIC AQUÍ puedes descargar el primer esquema de una serie que he creado para esta sección y que, quién sabe, quizá te ayude a ponerte a escribir. Hoy es un buen día para empezar, ¿no te parece? Y si tienes dudas, sugerencias o alguna otra cosa, no dudes en escribirme lorenagwhite@gmail.com