Por supuesto se han cancelado actos y celebraciones -tanto oficiales como populares- en todos los Concellos (Ayuntamientos) de Galicia, y se han decretado siete días de luto oficial.
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Sabéis que no hablo de política en este blog, pero pese a la bochornosa actuación inicial del Gobierno (con un comunicado oficial copia-pega) y de la televisión nacional, al menos han sabido rectificar y estar a la altura de las circunstancias: El presidente Rajoy ha tenido la decencia de desplazarse al lugar con la mayor rapidez posible, y los Reyes, en su momento más bajo de popularidad y apoyo ciudadano, lo harán esta tarde.
El por qué el Alvia, uno de los trenes más seguros y avanzados tecnológicamente, que se venden con éxito a países de todo el mundo, circulando por una vías modernas y de reciente implantación, puede descarrilar y provocar una catástrofe tan grande, es algo que no está en mi mano decidir. Se habla de error humano y de exceso de velocidad, por mi parte dejemos que los expertos investiguen y dictaminen.
Para el recuerdo quedará siempre la marea de solidaridad ciudadana (los bomberos de toda la provincia desconvocando una huelga para colaborar en la tareas de extinción, los vecinos llevando mantas al lugar del siniestro, una avalancha de donantes de sangre que está colapsando los centros de donación, los hosteleros de Santiago organizando habitaciones para alojar a los familiares de los pasajeros, y hasta enfermos hospitalizados pidiendo el alta voluntaria para ceder su cama a los heridos).
La vida debe continuar pero no hoy. Yo quería conmemorar el día de Galicia publicando el IMM de Julio pero eso será mañana. Ahora sólo puedo mandar desde aquí mis condolencias a los familiares de las víctimas y agradeceros a todos las muestras de apoyo al pueblo gallego que estáis teniendo.
Nos leemos.