La muerte de un humorista es siempre una tragedia. El humorista con talento, que no emplea el insulto ni la descalificación, es una especie en extinción.
Hoy somos todos un poco más pobres. Porque, además, Forges era un humanista.
¿Sabían que palabras como "bocata", incluidas en el diccionario de la RAE, las inventó él?
En su humor prima la inteligencia más valiosa, la que desprende sutileza. Nada de trazo grueso. Sus personajes ya forman parte del imaginario español. Los Basilios, los Marianos y las Conchas, esas ancianas o esos náufragos...
Y sus dibujos son testimonio de una época, la de la transición, que nos obliga a ser nostálgicos.
Hoy es un día de nostalgia, que, sin embargo, quiero aliñar con tus viñetas. Porque me apetece compartirlas. Porque te has ido pero estuviste.
Antonio Carrillo