Como algunos recordarán, en el Pleno anterior, el 23 de enero pasado, Antonio Martos presentó su renuncia por escrito al cargo de Concejal. La persona que llenará el hueco en las filas del PSOE es Nuria Pina, aunque el trámite burocrático de esta sustitución le impedirá muy posiblemente tomar posesión en la sesión de hoy. Esto Mayte Parra lo sabía y yo creo que decidió aprovechar la ocasión para convocar este Pleno de forma repentina. Veamos los motivos.
Desde hace muchos meses se viene cocinando el contrato de la recogida de basura y limpieza viaria en el municipio de Ibi. Es el mayor contrato que se ha tramitado en nuestro Ayuntamiento, que supone casi 36 millones de euros durante los los próximos 25 años. Hay cuatro empresas que han presentado sus ofertas, aunque una de ellas ha sido rechazada por un defecto formal en la documentación (se trata de COLSUR, la empresa de Fenoll, célebre desde que se conoció el caso Brugal). Desde hace meses algunos teléfonos están que echan humo. Desde hace meses se está presionando a determinados funcionarios para que apoyen a tal o cual empresa. A José Antonio Onsurbe le costó un disgusto insinuar en una conversación privada que aquí había gato encerrado.
Pero alguien cayó en la cuenta de que el PP no tiene votos suficientes para aprobar este contrato. Por su tipo y cuantía, se requiere mayoría absoluta (11 de los 21 concejales) y el PP sólo tiene 10. Una vez más tengo que decir que no me gustaría estar en la posición de Juan Valls, pues la Alcaldesa lleva días intentando comerle el tarro para que vote la propuesta según la cual se quiere otorgar este importante contrato a una UTE (Unión Temporal de Empresas) entre SECOPSA y Bluesa.
De momento, en el Orden del Día no figura ese punto. Sin embargo, siempre se podría introducir por vía de urgencia, lo que la Alcaldesa no dudará en hacer si consigue doblegar la opinión del Concejal del CDL. Situación no apta para cardíacos, se lo aseguro.