Hoy, receta: Pisto de Calabacín con Pollo y Garbanzos

Por Ireneu @ireneuc

Mmm... ¿hoy qué hacemos para comer? Tengo unos calabacines... un par de cuartos traseros de pollo... cebolla... tomate... un bote de garbanzos... ya está! Haré un pisto de calabacín con pollo y garbanzos, que seguro que saldrá bueno. Manos a la obra!
Ingredientes para 3 personas:

  • 2 calabacines medianos de 250 gms cada uno
  • 2 cuartos traseros de pollo
  • 1 lata de tomate de 400 gms
  • 1 cebolla normal
  • 200 gms de garbanzos cocidos
  • Sal
  • Aceite de oliva
  • Orégano
  • Hierbas de Provenza (opcional)


Lavamos los calabacines, y sin pelarlos -o al menos yo no lo hago- lo cortamos a cuadraditos no muy grandes y reservamos. 
Posteriormente, cogemos el pollo y lo troceamos en trozos del tamaño de un huevo. En este caso, tendremos que tener cuidado con que los huesos no se astillen, ya que es siempre muy molesto tener que estar quitando trocitos de hueso, aunque si no es posible, la otra opción que queda es la de desosar los cuartos. Es algo más de trabajo, pero de esta forma el bocado será limpio y mucho más agradable. Una vez cortado, reservamos.
Ahora, en una cazuela ponemos dos cucharadas soperas de aceite de oliva y lo ponemos a calentar.
Cuando el aceite esté caliente y empiece a salir humo, ponemos los trozos de pollo, salamos al gusto, le tiramos hierbas de Provenza (en su defecto cualquier hierba aromática, tipo romero o tomillo sirve) y cocinamos con el fuego medio-alto (8 sobre 12) hasta que esté bien hecho con un punto de dorado. La idea es que el pollo se cocine bien, deje la grasa que pueda tener y, a su vez, coja el sabor de las hierbas aromáticas. Dependiendo de la cocina, en unos 15 minutos ya tendría que estar preparado. Una vez hecho separamos el pollo y reservamos.
En el aceite que haya quedado de haber cocinado el pollo, cuando vuelva a estar caliente, tiramos la cebolla troceada finamente, la salamos un poco y la sofreímos hasta que esté transparente. Cuando esté sofreída,  echamos el calabacín troceado y lo rehogamos junto a la cebolla hasta que empiece a estar blando, momento en el cual tiraremos la lata de tomate (el contenido, claro, no me seáis cortos!), salaremos al gusto, echaremos un poco de orégano y acabaremos de cocinar removiendo de vez en cuando.
Pasados unos 20 minutos ponemos los garbanzos previamente lavados y quitados la espuma, dejamos cocer un par de minutos para, a continuación, añadir el pollo que habíamos reservado anteriormente. Dejamos que cueza todo junto durante cinco minutos más y listo.
Lo servimos calentito y en plato hondo. 
¡Que aproveche!

Pisto de Calabacín con Pollo y Garbanzos