...desde que me casé con la que es la mujer de mi vida, y voy a ser breve porque por mucho que escriba jamás podría acercarme realmente a lo que siento por tí y a lo que tú me haces sentir.
Eres, como ya sabes, la mujer de mi vida. Conocerte fue un irrepetible y tremendo golpe de suerte, y trasladarme para vivir contigo fue, es y seguirá siendo una de las decisiones más acertadas de mi vida. Y este segundo año de matrimonio ha sido, junto con el primero, y con todos y cada uno de los meses y días que llevamos juntos, sencillamente perfecto. Desde que estoy contigo sé que es posible que una sóla persona te cambie la vida totalmente a mejor, y esa persona has sido tú. Eres tan valiosa que moriría por tí (incluso mataría por tí, cosa que ya no queda tan romántica, me temo...). Por eso, y por tantas y tantas cosas más, gracias por ser parte de mi vida... Te quiero y siempre te querré.