Hoy, sólo veo Madres

Publicado el 25 febrero 2015 por Blog De Golcar Golcar Rojas @golcar1


Una madre angustiada grita ‘¡Cuidado!”.
Su potente grito detiene el carro.

Una madre de voz nasal llama a Yenifer:
“Ponte allí, junto a las letras de ‘Maracaibo’ para hacerte la foto”.

Una madre sonríe mientras empuja el coche y canta una nana.

Un hombre le enseña a su hijo que ‘brisa’ es ‘viento’.
Yo veo a Santa Ana enseñando a María.

Una madre empuja el coche vacío mientras su beba de dos
se tambalea a su lado buscando el equilibrio en la carrera.

Una joven de pechos diseñados para amamantar
trota junto a su husky, que es por ahora su hijo.
Hasta que las tetas cobren sentido materno.

Un guapo tío gay, en cuclillas,
abre los brazos para recibir el apretón de la alegre sobrina.
Demeter abraza a Eros.

Unas varoniles y musculadas piernas pedalean
halan la pequeña calesa con los dos hijos dormidos.
En su esfuerzo veo una madre.

Una madre serena empuja sin esfuerzo
la pesada silla de ruedas de su hijo con esclerosis bilateral.

Un señor mayor invierte los roles.
Es la madre de la anciana ida que lleva del brazo.

La Vereda del Lago está llena sólo de madres.

Alucino.

La luna brillante me llama.
En su luminoso cuarto creciente veo la sonrisa encendida de Kluiverth Roa.
Encandilado, bajo la mirada y en la acera veo unas manos
que se aferran a la cabeza de un niño para contener la sangre
evitar que los sesos se deslicen sobre el concreto.

Todos son ajenos a esa madre que en el Táchira ya no gritará, ¡Cuidado!
Ya no enseñará que la ‘brisa’ es ‘viento que sopla’.

“Culpa de la madre que lo dejó salir a protestar”,
dicen que dijo un obrero que parece no tener madre,

Hoy, sólo veo madres. Todos somos madres.

Levanto la vista al oscuro horizonte
se me aparece la madre de ese de 23 que mató al de 14.

Mañana algunos de los ajenos e indiferentes mirarán a sus hijos
un escalofrío les recorrerá la espina dorsal
al encontrar en sus ojos la mirada de Kluiverth.

Por los poros de mis piernas y brazos brota un dolor de madre.
Una ira ácida baña mi estómago.
Me prohibo llorar.

Pero una lágrima rebelde
cae sobre el negro pavimento
deja un charco de sangre.

Hoy, ya no soy Rojas.
Hoy,#YoSoyRoa

Golcar Rojas

Publicada en Cotidianidad, Maracaibo, Protestas, San Cristóbal, Sucesos, Táchira, Venezuela y etiquetada como #YoSoyRoa, Dolor, Kluiverth Roa, luto, Táchira, venezuela

Navegación en la entrada única

Entrada antigua