Hoy te he recordado

Publicado el 04 octubre 2021 por Moebius
Comparto este texto de Montserrat Álvarez, escritora española radicada en Paraguay, publicado originalmente en la página El Cooltural el día de hoy, luego del aniversario (ayer) de la masacre de Tlatelolco (2/10/1968) y del suicidio (también ayer) del escritor mexicano Luis González de Alba (2/10/2016). Y que arranque octubre.

"Posdata: Algo más. El próximo domingo, en Paraguay, habrá elecciones municipales. Desconfíen de los intelectuales, los periodistas, los artistas que promocionan candidatos, sean de derecha o de "izquierda".

Los de derecha son de derecha. Los de "izquierda", también".

(Montserrat Álvarez.)

Ha llegado octubre. El mes de la Masacre de Tlatelolco. Y ayer se cumplieron cinco años desde que se suicidó uno de los principales dirigentes estudiantiles detenidos entonces, el escritor mejicano Luis González de Alba, que en esta foto aparece rodeado por la policía aquella noche de 1968.

González de Alba se suicidó la mañana del 2 de octubre del 2016. Era un domingo, como hoy. Y un aniversario de aquella masacre, cometida también un 2 de octubre, en la cual fue apresado y tras la cual pasó dos años encerrado en la cárcel de Lecumberri, donde escribió Los días y los años, la novela que lo coronó como joven ícono de una izquierda revolucionaria que él mismo se apresuró a desmitificar, junto con su propia efigie idealizada. Pocas veces se habrá visto tal pasión por la verdad, tal disposición a pagar el precio por decirla, tanta libertad.

'En estos 25 años los dirigentes del movimiento estudiantil de 1968 hemos hablado muy bien de nosotros mismos', dijo con sarcasmo González de Alba en una conferencia de 1993 sobre el movimiento estudiantil del 68. 'Los dirigentes probamos con el crimen del 2 de octubre lo que veníamos diciendo: que el gobierno era incapaz de responder como no fuera reprimiendo. El 2 de octubre nos dio la razón en todos los sentidos. Y el ser víctimas, no triunfadores, nos alineó con los héroes más puros, no con los sospechosos por la sombra del triunfo... y las transas en que quizá hayan incurrido para alcanzarlo. Puros hasta la muerte. Sólo que no lo consultamos con la multitud que sería sacrificada'.

'Quien no aprende de la historia está condenado a repetirla, es la conocida sentencia que jamás atendemos. Ahora la mayoría de aquellos dirigentes estudiantiles está en la oposición y, desde allí, en ubicaciones de mayor poder que en 1968. Los sindicatos, partidos, grupos políticos y medios conducidos por nosotros se encuentran con frecuencia ante alternativas similares y las respuestas son en ocasiones similares: patria o muerte, en donde 'patria' soy yo'.

Aquella conferencia, luego publicada en la revista Nexos con el título 'La fiesta y la tragedia', recibió, como recordaba él años después, una respuesta hecha a partes iguales de silencio y de difamación -de alusiones veladas ('Hay quien anda diciendo...'), de distorsiones o mentiras presentadas como 'réplicas', de calumnias a falta de argumentos...

Cinco años después, en 1998, González de Alba recordó esa década ya remota de 1960 en la revista Vuelta: 'La política estaba dominada por la luz de Cuba, que luego sería profunda sombra...'

Porque González de Alba visitó Cuba, cuenta Teresa Zerón-Medina Laris sobre González de Alba en un reportaje del 2013 publicado en Nexos: 'Había pasado su juventud cantando Fidel, Fidel, ¿qué tiene Fidel que los americanos no pueden con él? En una conferencia habló sobre la homosexualidad en todos los animales. Los cubanos se pusieron furiosos. Entró en una tienda elegante. No había nada más que baratijas, moscas y tierra. Afuera un joven cubano le pidió si le podía comprar algo. Luis no podía creer que no dejaban entrar cubanos a la tienda. Más tarde, sobre el malecón, otro le ofreció a su hermana de quince años por diez dólares; ante su rechazo, ofreció su piel por ocho. Regresó decepcionado'.

Cuando se suicidó González de Alba, el diario La Jornada, del cual no solo fue colaborador destacado sino también cofundador, le escatimó hasta lo más elemental, la sola mención de su muerte.

A Luis González de Alba se le marginó sutil e inconfesada, pero decisivamente, por ser lo que era, crítico y autocrítico. Se utilizó generalmente el recurso de pintarlo como derechista o afín a la derecha. Cosa que tiene gracia, porque quizá fue uno de los pocos verdaderos izquierdistas de esta cada vez más falsa 'izquierda' latinoamericana, hasta hoy hegemónica entre el establishment de los partidos políticos oficiales y la clase media intelectual de todos nuestros países.

'El traquetear de los postigos anunciaba que te ibas quedando solo frente a tu última cerveza...', le dice el narrador del cuento de González de Alba 'Hoy te he recordado' al amado ausente, un desconocido encontrado una noche lejana en algún bar.

Hoy te he recordado.

POSDATA: Algo más. El próximo domingo, en Paraguay, habrá elecciones municipales. Desconfíen de los intelectuales, los periodistas, los artistas que promocionan candidatos, sean de derecha o de 'izquierda'.

Los de derecha son de derecha. Los de 'izquierda', también.