Desde ayer día 20 de enero, y hasta el 28 de junio estará presente en el Museo Nacional del Prado de Madrid una exposición dirigida a ciegos, para que ellos también puedan disfrutar del arte de la pintura.
Todas aquellas personas invidentes que lo deseen podrán acercarse de manera gratuita junto a sus acompañantes a disfrutar palpando seis de las obras más importantes de la historia.
Los cuadros seleccionados han sido Noli me tangere, de Correggio; La Gioconda, del taller de Leonardo da Vinci; La fragua de Vulcano, de Velázquez; El caballero de la mano en el pecho, del Greco; el Bodegón con alcachofas, flores y recipientes de vidrio, de Van der Hamen; y El quitasol, de Goya.
El motivo de su elección han sido su condiciones en cuanto a tamaño y detalles para adaptarlas de la mejor manera posible al volumen y las texturas necesarios.
Ya desde el primer día los promotores de este proyecto han podido disfrutar del agradeciemiento de las personas invidentes que han acudido a la exposición, reflejado en frases como “Me emociona sentir que haya quienes se preocupen por nosotros”, “al fin sé lo que es un primer plano” o “si he decir qué siento: sobre todo una gran curiosidad primero, y luego ya viene ese paso que lleva a la emoción y la sorpresa”.