Esta foto es un mosaico de imágenes del afloramiento Comanche, fotografiado por el rover Spirit que interrumpió las comunicaciones con la Tierra en el año 2010.
Crédito: NASA/JPL-Caltech/Cornell University/Arizona State University
La ciencia es un proceso iterativo, cada descubrimiento se basa en el anterior. Esto significa que, a medida que nuevas pruebas entran en juego, es necesario examinar la evidencia en el contexto de lo que se sabe ahora, y de lo que se sabía antes. A veces la evidencia apunta hacia nuevas teorías. O a veces, como en este caso relativo a Marte, apunta a teorías viejas.
El rover Spirit se pasó seis años (2004-2010) explorando el cráter Gusev, que está sólo un poco más al sur del ecuador marciano. Los científicos le han dado vueltas al asunto sobre si de verdad hubo una vez un lago de agua en el cráter. Una nueva investigación podría oscilar el péndulo hacia la hipótesis del agua.
La pista del agua depende de los minerales de carbonato de magnesio y de hierro que se encuentran en la colina llamada Columbia de 300 metros de altura. Esta colina está a sólo unos dos kilómetros de distancia del sitio de aterrizaje del rover Spirit. Cuando se encontraron por primera vez estos minerales en el afloramiento Comanche de la colina en 2010, los científicos atribuyeron este hecho a la antigua actividad de aguas termales.
Para los que habían escogido Gusev como el lugar de aterrizaje, fue un poco decepcionante porque creían que se trataba efectivamente de un antiguo lago. La Universidad Estatal de Arizona declaró que: “Desde órbita, parece como si Gusev fuese un lago antiguo, con su borde meridional afectado por un canal de río serpenteante.”
Sin embargo, Spirit encontró que el cráter estaba lleno de rocas volcánicas y no de los sedimentos propios del lecho de un lago. Cuando encontró evidencia de agua en las colinas, esta estaba vinculada a la actividad hidrotermal.
Imagen de un afloramiento en las colinas Columbia de Marte, tomada por el rover Spirit en 2004.
Crédito: NASA/JPL
El nuevo análisis sugiere que en Comanche (y en otros afloramientos de las inmediaciones), había agua en la superficie, de baja temperatura en lugar del agua caliente que sube desde el fondo.
Se cree que Comanche y sus alrededores comenzaron siendo una acumulación de ceniza volcánica (llamada tefra) proveniente de erupciones que tuvieron lugar en algún sitio alrededor de Gusev. Como dice la teoría, las aguas penetraron Gusev por el sur, se quedaron ahí, y crearon una “solución salobre”. Con el tiempo, la salmuera se evaporó y lo que quedó eran los residuos minerales de carbonato que cubrían las rocas.
Steve Ruff, profesor asociado de investigación de la Universidad Estatal de Arizona, comentó: “El lago no tiene por qué ser grande. Las colinas Columbia tienen unos 300 metros de altura, pero se encuentran en la parte más baja de Gusev. Así que no era necesario un profundo lago que atravesara todo el cráter.”
Esta imagen es un localizador del afloramiento Comanche en las colinas Columbia del cráter Gusev, en Marte. La línea amarilla marca el recorrido del rover Spirit.
Imágenes panorámicas Pancam fueron tomadas cerca de la verdadera cima de Husband Hill (Everest Pan) y también en el lugar del afloramiento de Seminole.
El ancho de la imagen es de alrededor 1000m.
Imagen cortesía de la NASA/UA/ HiRISE
Obtener más información sería una manera de añadir credibilidad a la teoría. Es por eso que el equipo de investigadores está presionando para que el próximo rover de la NASA a Marte en 2020 aterrice en el cráter Gusev. Lo cual resulta inaudito entre las misiones a Marte, ya que cada módulo de aterrizaje y/o rover ha aterrizado en un lugar diferente. La elección del lugar no se ha finalizado aún.
Ruff dijo que: “Volver a Gusev nos daría una oportunidad para una segunda temporada de campo allí, lo que cualquier geólogo terrestre entendería. Después de la primera temporada de campo con el rover Spirit, ahora tenemos un montón más de preguntas y también nuevas hipótesis que sólo se resolverán cuando volvamos a Gusev”.
Fuente: Universe Today