Huelga General

Publicado el 05 junio 2010 por Javiermadrazo

Una lectura somera de la prensa de hoy es suficiente para dejarse vencer por el pesimismo. La economía española parece ir cada día a peor y las soluciones que el Gobierno Zapatero pone sobre la mesa lejos de ayudar sólo contribuyen a empeorar aún más la situación. El “decretazo” ha sido el primer adelanto de una política restrictiva y reaccionaria en los ámbitos laboral y social. La banca y la patronal se frotan las manos ante las decisiones del Ejecutivo del PSOE, mientras la ciudadanía pierde toda esperanza en una pronta recuperación.

Es, sin duda alguna, la hora de Izquierda Unida. Tengo la convicción de que muchas personas impotentes ante la deriva de Zapatero miran a su izquierda, buscando un referente de progreso. Me preocupa, y mucho, que el declive del presidente del Gobierno termine por ser el salvoconducto que lleve al Partido Popular a La Moncloa. La ciudadanía debe saber que Mariano Rajoy hará la misma política económica que Zapatero y buscará los mismos aliados en CiU, Coalición Canaria, UPN y el Fondo Monetario Internacional.

Alternativa no significa alternancia; significa programas propios y diferenciados, respuestas distintas a los mismos problemas. Lo he dicho más veces en este blog. Zapatero y Rajoy son brazos ejecutores de las decisiones que les dicta el mercado neoliberal y ellos cumplen fielmente. No es éste, sin embargo, el caso de Izquierda Unida. Cayo Lara ha sido el primero y el único dirigente político que ha reivindicado la huelga general como respuesta a los abusos y atropellos que sufrimos la ciudadanía.

Hoy, por fin, parece que CC.OO avanza en esta dirección ante la imposición de una nueva reforma laboral, que abaratará aún más, si cabe, el despido y empeorará las condiciones de trabajo. No podemos resignarnos ante tanto atropello. Zapatero le ha cogido el gusto a desmantelar los logros sociales conquistados tras largos años de lucha y no está dispuesto a parar ni para tomar aire. Cuando se trata de elegir compañero de viaje, el presidente del Gobierno se queda con la patronal y da la espalda a las centrales sindicales. Ya hay un precedente en el PSOE. Felipe González.