Según Efe, la huelga convocada por el Sindicato Nacional de los Trabajadores de Guinea Bissau (SNTGB) y la Confederación Nacional de los Trabajadores (CNT) a través de un comunicado conjunto, fue secundada de forma masiva por los trabajadores de la administración pública.
Ambos sindicatos invitaron a sus seguidores a quedarse en sus casas, y a los trabajadores de los servicios hospitalarios, de los aeropuertos y de los puertos a mantener un servicio mínimo hasta que no se restablezcan las instituciones democráticas del país.
El llamamiento de los sindicatos afectó también, aunque en menor medida que en el sector público, a las empresas privadas, puesto que algunos empleados decidieron secundar la huelga.
Por otra parte, el anuncio del envío de una fuerza naval portuguesa frente a las costas de Guinea Bissau despertó temor entre la población de la capital, lo que ha provocado el inicio de un éxodo hacia el interior del país.
Cientos de personas optaron hoy por abandonar Bissau con destino a localidades de provincia para huir de posibles enfrentamientos armados.
Según Xinhua, el primer ministro de Portugal, el socialdemócrata Pedro Passos Coelho, dijo el lunes que el envío de militares a Guinea Bissau es «una pura acción de prevención para salvaguardar los intereses de los ciudadanos portugueses», aunque reconoció que hasta el momento no ha habido «ninguna petición de una intervención emergente» en ese país africano, donde la semana pasada se perpetró un golpe de Estado.
El domingo por la tarde, Portugal envió hacia Guinea Bissau la Fuerza de Reacción Inmediata (FRI) de las Fuerzas Armadas, formada por una fragata, una corbeta y dos aviones, P-3 Orion y C-130.
Este lunes, la prensa portuguesa e internacional informó sobre la decisión del ejército golpista de Guinea Bissau de cerrar el espacio aéreo y marítimo a naves extranjeras, por razones de «seguridad nacional y se salvaguarda de la entidad territorial» del país.
Mientras, se espera la llegada a Bissau de la misión de mediación de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) para buscar una salida a la crisis que atraviesa el país, por lo que la junta golpista y algunos partidos políticos que tenían previsto examinar hoy la composición y el mandato del consejo nacional de transición aplazaron la reunión.
El golpe de Estado, perpetrado el pasado día 12, se produjo mientras el país —uno de los más pobres del mundo— se encuentra en pleno proceso electoral para celebrar la segunda ronda de sus comicios presidenciales el próximo 29 de abril.
La asonada militar ha sido condenada por Estados Unidos, la Unión Africana, la CEDEAO, Portugal y el Consejo de Seguridad de la ONU, entre otros.Guinea Bissau tenía previsto celebrar la segunda ronda de sus comicios presidenciales el próximo 22 de abril, aunque el jueves de la semana pasada fueron pospuestas una semana por la Comisión Electoral Nacional (CEN), que no dio razón alguna para ello. De hecho, estaba previsto que el viernes pasado comenzara la campaña electoral para la segunda ronda electoral, que iba a durar hasta el 27 de abril.
En la primera vuelta, que tuvo lugar el pasado 18 de marzo, Gomes se hizo con un 48,97 por ciento de los votos, mientras que su adversario Kumba Yala consiguió un 23,26 por ciento, por lo que ambos debían enfrentarse en las urnas el próximo 29 de abril.
Sin embargo, Yala, al igual que cuatro candidatos más de la primera ronda, rechazó estos resultados y denunció «fraudes masivos», por lo que aseguró que no participaría en la segunda vuelta.
Estas elecciones se convocaron tras la muerte, el pasado enero, del entonces jefe de Estado, Malam Bacai Sanha, en un hospital de París.
*La imagen, de Getty Images, muestra cómo muchos guineanos abandonan Bissau por temor a la violencia.