Hace una semana he tenido la fortuna de poder pasear por la encantadora ciudad asturiana de Gijón.
Muchos son los atractivos que podemos encontrar en ella como su pintoresco casco antiguo arquitectónicamente muy bien conservado, sus extensas playas y su excelente gastronomía, entre otras cosas.
Además, recientemente ha recibido el galardón de "Ciudad europea del deporte" en 2016, premio que otorga anualmente ACES Europe, entidad privada sin ánimo de lucro con sede en Bruselas.
Para conocerla sin agobios y al detalle recomiendo olvidarnos del coche y disfrutar a pie de su relajante paseo frente al mar, recorrer las calles peatonales de su casco antiguo o bien pasear en bicicleta por los interminables kilómetros de carril bici.
Entre los sitios de interés que es recomendable conocer se encuentra el edificio de Luis Moya que comenzó a construirse en 1948 "Laboral Ciudad de la Cultura". En un principio se utilizó como orfanato para los hijos de los mineros fallecidos para luego convertirse en Universidad Laboral. Sufrió años de abandono hasta que en 2001 el Gobierno del Principado de Asturias se hizo cargo de su mantenimiento y actualmente se utiliza con fines culturales.
Dentro de esta magnífica construcción situada a metros del Jardín Botánico Atlántico encontramos un pequeño y bien aprovechado huerto realizado por los participantes de un taller de empleo y que actualmente aprovechan los restaurantes alojados en el recinto que deleitan con una cocina tradicional realizada con productos frescos, ecológicos, locales y de temporada.
En los bancales del huerto de La Laboral hallamos berzas, lombardas, espinacas, puerros, zanahorias, ajos, lechugas, remolachas, fresas, acelgas y cebollas.
Y con algunas de estas estupendas hortalizas se puede cocinar un pote asturiano, plato tradicional compuesto principalmente por fabes (alubias o porotos) que he tenido la fortuna de poder comerlo en uno de los restaurantes de la Laboral.
También podemos pasear por sus jardines que delatan el esplendor del que gozó esta construcción aunque en esta época del año (fotografía tomada en invierno) ningún jardín llega a lucirse con justicia como lo haría en primavera.
Y por último, expongo aquí algunas fotografías para que podáis apreciar la magnitud de esta colosal obra que quita el aliento.
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