¡Hola calderer@s!
Hoy os traigo una receta de mi infancia.
Es la típica cosa que hacía nuestra madre para cenar y era como un espectáculo de sabor con una cosa tan sencilla de comer como los huevos duros. También a veces era el almuerzo acompañado de unos boquerones o una ensalada grande.
En este caso yo los he preparado como almuerzo con un bol de tomates cherry con cebolleta aliñados.
Mi madre cuenta que esta receta la aprendió de su madre, y que no sabe bien de donde salió, ¡así que es una auténtica “receta de la abuela” a más no poder!
Podéis ver la receta también en el blog de mi madre, Líame entre Pucheros, de donde yo la he sacado.
¡Espero que os guste!
Ingredientes: (2 personas)
- 3 huevos
- 2 dientes de ajo
- 1 hoja de laurel
- 2 cucharadas de harina
- 1 cucharadita de cominos
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- aceite de oliva, vinagre y sal
Elaboración:
Ponemos los huevos a cocer hasta que estén duros. Cuando estén listos los metemos bajo el grifo dejándolos enfriar en un chorro de agua fría. Cuando estén los suficientemente templados como para cogerlos, les quitamos la cascara y reservamos.
A parte, en una sartén sin engrasar tostamos las dos cucharadas de harina removiendo de vez en cuando para que no se nos queme, hasta que la harina cambie de color. Apartamos del fuego y reservamos.
Pelamos ahora los ajos y los machacamos en un mortero junto con los cominos, la sal y un chorreoncito de vinagre. Cuando esté todo bien mezclado llenamos el mortero hasta arriba de agua.
Cortamos los huevos ahora en cuartos con cuidado de que no se nos desmenuce la yema.
En una sartén ponemos dos cucharadas de aceite de oliva e incorporamos la harina tostada, la hoja de laurel, el pimentón dulce, y el majado del mortero. Removemos constantemente hasta que la salsa se espese y queden sin grumos.
Apartamos la sartén con la sala del fuego y la repartimos en platos hondos, disponiendo dentro de la salsa los huevos cortados en cuartos.
¡Imprescindible servir con pan para mojar!
Es importante tener en cuenta que debemos servir la salsa inmediatamente, pues si esperamos a que se enfríe demasiado se espesará de más y no quedará tan suelta (aunque el sabor es igualmente deliciosa). Esto es lo que me pasó a mi mientras esperaba a que mi compañero llegase de trabajar, pero aún así nos encantó a los dos el sabor de la receta. Y espero que a vosotros también.
¡Qué aproveche!
Huevos al calderete
Huevos al calderete