El truco de los colores lo conseguís poniendo las claras de los huevos (previamente cocidos, pelados y partidos a la mitad) en un vasito con agua y unas gotas de colorante alimentario, del que venden para repostería (lo encuentras en cualquier supermercado).
Transcurridos unos 5 minutos, sacáis las claras, y las rellenáis con vuestra receta favorita. Estos están hechos con bechamel, palitos de cangrejo, mostaza dulce y unas gotas de kétchup (además de las yemas, claro).
Seguro que son un éxito esta Semana Santa!