Hola a todos, ya de vuelta a la rutina Madrileña, mis días en la aldea han sido una delicia. Hemos disfrutado del clima, de la gastronomía riojana, de los amigos, del huerto, de las gallinas, en fin, de todo lo que nos gusta. Y ahora os cuento una curiosidad. La kika es una gallina pequeña que empolla los huevos fecundados de otras gallinas, no importa el tamaño. Si se quieren sacar pollos se tiene una o dos gallinas kikas y ellas se cluecan con gran facilidad y empollan todos los huevos que se les ponga. Cuando no están cluecas ponen unos huevitos pequeños pero muy gustosos que son ideales para aperitivo. Nos regalaron una kika que estaba un poco maltratada en su corral la pobre y hemos tenido que esperar a se se clueque. Mientras tanto ha puesto varios huevitos. Ya se ha puesto clueca y le hemos metido tres huevos de las otras gallinas a ver que pasa. Para esta receta utilizad huevos pequeños para que sea un aperitivo casi de bocado.
Y como este verano hemos hecho mucho requesón con todo el suero que nos ha ido dando María, la quesera de la aldea de Tondeluna, aparte de los postres también los hemos utilizado en platos salados como este que os presento hoy, espero que os guste. Ya iré poniendo las recetas sencillas que he elaborado con este exquisito requesón.
Estas cantidades son orientativas, se puede hacer más en función de los comensales que sean. En esta ocasión han salido diez medios huevos.
INGREDIENTES
-5 huevos de gallina kika o que sean pequeños
-2 lonchas de jamón de york finitas
-2 cucharadas soperas de requesón de cabra
-2 tomates medianos, uno para rallar y otro para adornar
-aceite de perejil y sal
PREPARACIÓN
Lo primero ponemos los huevos a cocer. Para ello ponemos los huevos con su cascara en un cazo y lo cubrimos de agua. Lo llevamos al fuego mediano y cuando rompa a hervir contamos unos nueve minutos. Estos huevos al ser más pequeños se cuecen antes. El tiempo medio para un huevo normal son trece minutos. Al cabo de ese tiempo estarán cocidos.
Los refrescamos bajo el agua fría del grifo y los dejamos enfriar. Una vez templados los partimos por la mitad y les quitamos la yema con cuidado. Partimos un tomate en rodajas finas y a su vez en medios. Los colocamos alrededor de una fuente ovalada.
Las yemas las vamos poniendo en un plato hondo. Las aplastamos bien con un tenedor. Añadimos el jamón de york bien picadito y el requesón desmenuzado. Lo mezclamos muy bien y ahora rallamos el otro tomate. Ponemos unas cinco o seis cucharadas soperas y movemos la mezcla hasta tener una consistencia cremosa pero no líquida.
Después de moverla bien, con una cucharilla de postre vamos rellenando las mitades de huevo y las vamos colocando en una fuente ovalada. Cortamos el otro tomate y adornamos la fuente alrededor. Ahora preparamos el aceite de perejil. Para ello ponemos en el vaso de la batidora un poco de aceite de oliva y una cucharada de perejil fresco, solo las hojas. Batimos bien y salseamos una pequeña cantidad de este aceite sobre los huevos rellenos.