Reconozco que nunca había probado los “huevos moles” hasta que conocí a Ramón. Una Semana Santa, en Aldeahermosa (Jaén), mi suegra Marcela los había preparado y me contaron que es un postre muy tradicional de estas zonas y que se elabora para estas fechas. He tratado de investigar el origen de plato, pero no llego a determinar con exactitud de dónde proviene y como llegó hasta Jaén, el caso, es que no parece que sea típica sólo de esta zona, sino que también es un plato conocido en Andalucía como “Huevos Nevados” y en Canarias dónde los denominan “Huevos moles o chimbos”
Intentando ampliar información, he llegado a un artículo en diariodeavisos que dice que con los mismos ingredientes existe una receta muy famosa en varios países americanos -que puede ser propia o importada por los españoles- que son los huevos chimbos o quimbos. Con la primera de las denominaciones al parecer se los conoce en Guatemala, Colombia, Chile, Paraguay y Bolivia, y con la segunda, en Argentina y en Venezuela.
Seguramente llegó a América en el conocimiento de los colonizadores o de religiosas de algún convento procedentes de España, para asentarse en la gastronomía americana como uno de sus postres más emblemático y exquisito cuando se encuentra bien realizado. Varias naciones se disputan ser su cuna, pero Chile es una de las que mejor los documenta, ya que uno de sus historiadores gastronómicos, Hernán Eyzaguirre afirma en su libro Sabor y saber de la comida chilena, refiriéndose a los postres… “eran sustancialmente similares a los de la Península, salvo los huevos chimbos, que en esa materia eran tan chilenos como el guiso de charquicán. Benjamín Vicuña Mackarena atribuye la receta a las monjas clarisas del Santiago del siglo XVII”.
En la mayoría de las recetas que he visto le añaden 15 gr de maizena a la mezcla restante de las yemas con la leche, pero mi suegra no le pone nunca, de manera que no quedan como natillas espesas, sino más diluidas.
Os dejo con la receta redactada y lista para imprimir. Más abajo he dejado la vídeo receta con el paso a paso completo ¡le hemos tomado el gusto a esto de grabarnos! Como siempre, espero que os guste y podéis dejarnos vuestros comentarios con las dudas que tengáis. ¡¡Feliz Semana Santa!!
- 1 litro de leche
- 6 huevos
- 100 gr de azúcar
- 1 palito de canela
- La piel de 1 limón
- 100 gr de azúcar para el merengue
- Canela molida
- Separar las claras de las yemas.
- Poner 800 ml de leche a hervir a fuego suave junto al palo de canela y la piel de limón
- Disolver en los 200 ml de leche que ha quedado las yemas.
- Montar las claras a punto de nieve y a mitad del proceso añadir los 100 gr de azúcar.
- Ayudándonos de 1 cuchara vamos cogiendo porciones de merengue y las cocemos en la leche hirviendo, les damos la vuelta para que se cuezan por los 2 lados
- Escurrimos cada bolita de merengue y las vamos colocando en una fuente grande y plana o en fuentes individuales.
- Cuando hemos acabado de cocer los merengues añadimos los 100 gr de azúcar a la leche y esperamos a que hierva de nuevo.
- Añadimos a la leche hirviendo la mezcla de yemas y sin dejar de remover
- Retiramos del fuego. Quitamos el palo de canela y la piel de limón. Vertemos en las fuentes y le añadimos los merengues uno a uno.
- Espolvoreamos con canela molida, dejamos enfriar y a la nevera.
- Podemos añadir 15 gr de maizena si queremos que la crema quede más espesa (tipo natillas). Ello se realiza justo en el momento en el que batimos las yemas con la leche.
- Le podemos poner en el fondo unas galletas o bizcocho que se empape del caldo, así están mucho más ricas.
Vídeo receta disponible en nuestro canal de Youtube :) ¿Aún no nos sigues? ¡¡Subscríbete!!