No siempre es necesario pensar con palabras. Las
palabras con frecuencia me impiden actuar en forma
plenamente intuitiva.
Los temores, la indecisión y la frustración, se
alimentan con palabras.
Sin palabras, generalmente cesan.
Si al tratar de relacionarme con alguien,
especialmente si se trata de un desconocido,
dejo de pensar en palabras
y atiendo a la situación, permaneciendo abierto,
encuentro que actúo más adecuadamente,
en forma más natural u original
y a veces incluso con audacia.
Tal vez las palabras sean buenas para rememorar, pero
son limitadoras cuando necesito actuar en el presente.
Hugh Prather