Cuando su pequeño, con tres años, comenzó el colegio todo era felicidad hasta que un día algo empezó a ir mal. Los llantos eran una constante, su estado de ánimo cambió, estaba triste, apático. Evidentemente no era normal y, desde el colegio, les brindaron toda la ayuda posible. Efectivamente, detectaron que había un compañero que, de manera constante, le trataba mal, le hacía Bullying.
Con tres años. A mí se me ponen los pelos de punta de pensarlo porque me cuesta horrores procesar cómo en un ser tan diminuto puede pasarse la idea de hacer daño de manera repetida -e intencionada- a un compañero. De verdad.
Un camino de duro trabajo para asentar los cimientos de la autoestima, el autoconcepto, el saber poner fin a las situaciones, el decir no, el gritar "basta"...
Desgraciadamente hoy en día es un tema muy muy vigente, que puede afectarnos a cualquiera de nosotros y no está de más ir formándonos como progenitores y educadores, al tiempo que nos vamos haciendo con herramientas. Porque estas situaciones hay que tratarlas cuanto antes, y desde el minuto cero.
Os dejo el vídeo de la inciativa y os animo a que participéis. Un abrazo grande.