En lugar de eso, cada vez que Bruce se enfurece, pierde el control y se convierte en un monstruo gigantesco de color verde, conocido como Hulk, al que el ejercito, encabezado por el general Ross (Sam Elliott), intentará derribar.
La cinta fue, y sigue siendo infravalorada. Es cierto que no es la mejor versión de Hulk que hemos visto, pero es una buena película. Los efectos especiales son dignos de reconocimiento; cómo está hecho Hulk, y cómo se lleva todo lo por delante.
De entre todos los actores que han encarnado al personaje, puede que Bana sea el que menos guste, pero en su momento defendió la actuación, al igual que su compañera de reparto, Jennifer Connelly.
La historia está bien presentada, y el director realiza un gran trabajo. En algunos momentos la iluminación puede no ser la adecuada, pero en general el resultado es bueno.
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