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La estación de autobuses de Pontevedra sufre humedades y otra serie de desperfectos, lo que ha ocasionado un estado de deterioro cada vez más intenso.
Las humedades y goteras en su interior y el cierre de la cafetería, así como la necesidad de reparación de azulejos y luminarias están provocando que cada vez menos usuarios opten por el traslado en autobuses desde esta estación.
Esta estación tiene ya 30 años y precisa una seria y rápida mejora de sus instalaciones, entre ellas el aplicar un tratamiento de humedades. La Xunta no parece demostrar mucho interés en rehabilitar este espacio por lo cual el concejal de Mobilidade del BNG anunció ayer mismo que su partido si está interesado en que se realizar una mejora inmediata tanto en el exterior como en el interior y emplaza a la Xunta a poner solución a este problema a la mayor brevedad.