Y hoy empezamos el día con todo, recordando a una banda que en su momento supo incendiar los escenarios del under, y no solamente de Argentina, con su Stoner rock aguerrido y desaforado. Oriundos de los pagos de Ramos Mejía, nacidos a fines de 2004, los Humo del Cairo desplegaron su poder y se hicieron sentir a lo largo de toda su trayectoria, tocaron junto a Los Natas y telonearon a Judas Priest, Tame Impala, Alice in Chains y Truckfighters. Seguimos revisando discos publicados ya hace tiempo y no podía faltar revivir este disco bestial, violento, contundente, con un sonido muy valvular, furioso y cercano al sludge, con un fuego tal que terminó por quemarlos a ellos mismos, ya que la historia de la banda, llena de idas y vueltas, culminó hace poco, a finales del 2018. Así que no está mal recordarlos y además podríamos ver de traer algo más de ellos, para que sigan encendiendo el fuego aunque ellos ya estén consumidos por tanto calor.
Artista: Humo del CairoÁlbum: Volumen II
Año: 2011
Género: Stoner-rock / Stoner psicodélico
Duración: 49:50
Nacionalidad: Argentina
En sus principios, Humo del Cairo operaba en un limbo demasiado intenso como para ser rock y demasiado amable para ser metal. Pero Vol. II da miedo. La molienda hipersaturada de la guitarra y la voz de guerra de Juan Manuel Díaz en "Tierra del rey" terminan de cerrar a las filas del under porteño más extremo detrás de la banda. Y la masterización de Mario Breuer no es un detalle barato. Suban sus graves a tope: el bajo de Gustavo Bianchi es lo que brilla aquí. Entre trances de abuso y lujos cortos como en la intro de "Monte", éste es un disco hecho en el bajo. Hay una conexión también con el peor groove mundial: los desvaríos entre paz y muerte de las dos partes de "El alba" remiten a Neurosis, los maestros del sonido sludge, o el stoner más rabioso y pieza clave de festivales como el Roadburn en Holanda, donde Humo del Cairo fue invitado en 2011. Ante la separación de Los Natas, y mientras Estamos Felices encuentra el caballo más oscuro de su catálogo con el sonido que manda en el under porteño, la banda encuentra al final del disco su pieza mayor: "Indios". O el proto-metal de una banda suelta y en llamas.Federico Frontera
Muchos discos para compartir y poco tiempo para escribir reseñas. Ya habíamos presentado a Humo del Cairo, pero ahora traemos el "Columen II", su segunda aparición discográfica, once temas de psicodelia pesada, progresiva y negra como la brea. La verdad catalogalo como quieras: stoner, sludge, metal progresivo, rock pesado, como te guste: guitarras supersaturadas, baterías superajustadas y bajos supergraves.
Ponemos un comentario pequeño y vamos al disco, repito que no tengo tiempo para escribir mucho:
Advertencia: no apto para intolerantes a la distorsión.El humo esta en el foco
Con su segundo registro de estudio Humo del Cairo no dejó lugar a dudas de su enorme proyección, redoblando la apuesta a su disco antecesor y consolidándose como una de las propuestas Stoner más fuertes y contundentes de la escena actual en el under porteño.
La guitarra saturadísima, acompañada de un bajo bien pesado y una batería con mucha firmeza y presencia son una patada directa a la cabeza que la deja en trance permanente desde el primer al último tema del disco.
Una propuesta extremista y desafiante, explosiva y turbulenta, violenta y rabiosa, pesada y visceral. La energía de esta banda es realmente penetrante y logra desestabilizar toda la humanidad del oyente. Tienen todo aquello que uno espera y que no se espera que tenga una banda de estas características.
No puede pasarse por alto el excelente laburo de Mario Breuer en la masterización, los bajos se escuchan excelentemente bien y en ningún momento el sonido del disco queda desprolijo, a pesar de que musicalmente el álbum sea realmente desbordante.
Que Argentina es un país de una gran cultura musical todos lo saben, es por eso que no sorprende que en terrenos de rock, y especialmente el que nos convoca en La Habitación 235, aparezcan nuevas y muy grandísimas bandas. Sólo como ejemplo los soberbios Picaporters, los bluseros Manthrass, los místicos Elefante Guerrero Psiquico Ancestral, los psicodélicos Persona o los densos Sutrah, por nombrar algunos. Esto no hace más que confirmar y revelar lo fuertemente enraizado que se encuentran los sonidos pesados en este pueblo, pero que hoy exista tal escena se debe a que antes hubo bandas que, bandera en mano, han luchado y navegado contra la corriente para forjar un terreno hoy fértil para los más noveles.
Sólo mencionar a Los Natas, es hablar de magia imperecedera que brillará por siempre, ellos pusieron los cimientos que sirvieron para que aparecieran Sick Porky o Dragonauta, hoy piedras angulares en la evolución del stoner/doom rock en Argentina.
Herederos de aquella primera camada pero creadores de un sonido único situamos a Humo del Cairo, formados en 2005 cerca de Buenos Aires por Juan Manuel Díaz (Guitarra y voz), Gustavo Bianchi (Bajo) y Javier Murillo (Batería). Debutaron en el 2007 con su disco homónimo cargado de un rotundo stoner fuzz de una potencia inusitada, como si a Kyuss los tirara una Caterpillar. Un cañonazo de sólo 6 cortes, pero de grandes desarrollos que provocó que todos volvieran la mirada hacia este power trío, además, sumando presentaciones fulminantes, incluso con gigantes de la talla de Truckfighters, The Mars Volta o Queens of the Stone Age y a la posterior reedición en 2010 de este debut vía Meteorcity Records. Todo en conjunto hacía pensar que Humo del Cairo se adueñaban de una escena que ardía en llamas de distorsión y saturaciones. Pues bien, así fue.La confirmación de lo anteriormente expuesto vino en el 2011 cuando editan, nuevamente para Estamos Felices Records, “Vol. II”, disco en el cual nos detendremos un tiempo, porque es una obligación mirar en perspectiva esta obra, con sólo el debut a cuestas logran concebir un trabajo tan maduro y evolucionado que seguramente el tiempo le dará el título de clásico que hoy nosotros homenajeamos trayéndolo de regreso a 2015 en esta sección nunca mejor llamada “Sonidos del Ayer”.
“Vol II”, disco en el que debuta Gonzalo Greco en batería y producido por Alejandro Ortiz, consta de 11 pistas en 50 minutos de soberanas elevaciones psicodélicas. Desde el primer segundo de “Fe” entras en una espiral envolvente de riffs poderosos, etéreos, dejando un poco de lado los terrenos desérticos para adentrarse más en la montaña, su grandeza y soberanía, letras introspectivas y pasajes embriagadores todo en el medio de afinaciones ultra graves, en donde el bajo de Gustavo Bianchi inunda cada milisegundo del trayecto por el que transita el disco.Dentro de las tantas cosas particulares que tiene este registro es la diversidad de tiempos y velocidades por las que transita, no hay temor ni aprehensiones a acelerar, yendo un poco contra la norma si se quiere, pero las divagaciones son múltiples, como en el caso de “Los Ojos” en donde pisan acelerador más de lo que nos tienen acostumbrados. “Tierra del Rey” te lleva a unos de los pináculos de esta mágica obra, formidable pieza de un arrastrado y apesadumbrado sonido, casi agobiante en muchos de sus trazos, la captura del sonido en vivo en el proceso de grabación se nota aquí más que nunca, uno de los puntos más altos de “Vol II”. “En el Alba” (Parte A y B)” las ambientaciones y mantras sónicas te hacen levitar, flotar y flotar sobre un colchón de humo cósmico, coros lisérgicos que adormecen el alma, no puedo sacarme de la cabeza el fraseo: “Tengo el paisaje, tengo la hierba hoy… en mi cabeza”, un momento sublime.
Excepcional el trabajo de Juan Manuel Díaz, tanto en guitarra como en sus grandes vocalizaciones que hipnotizan y que en otros te golpea con una fiereza visceral que cae a ratos de forma repentina. La expansión de las ideas y evolución en el sonido de Humo del Cairo se puede encontrar en la sutil y mística “Crinas”, pero más aún en “Monte”, instrumental en el que entras en un trance hipnótico que por lo breve puedes salir, pero que inserto en esta secuencia de pistas, actúa como una patada que te deja sólo y frío en el medio del oscuro espacio.La última parte disco que lejos de decaer te hace subir a cuenta de riffs en llamas como “Espada de Sal” en donde aflora la escuela Kyuss y toda su influencia y en “Parte de León”, una vez más, arremeten con fuerza desgarradora, especialmente en las vociferaciones de Juan Manuel. “Descienden de los Cielos” y la prueba de que para Humo del Cairo no existen límites, ni fórmulas hechas. Un tema de corte suave, muy suave, intimista y letárgico, llegar a esto sólo se consigue cuando estás en un equilibrio creativo y espiritual que genera estos desarrollos orgánicos y fluidos. Lastimosamente nos enfrentamos al cierre de “Vol II”, sin antes pasar por “Indios”, corte de un golpe heavy, repetitivo y ulcerante, embriagados a estas alturas con las letras que se reiteran una y otra vez, “No me ves como un Lobo”, se va yendo lenta pero vigorosamente en una obra de conmovedor peso, un disco que puedes recorrer una y otra vez encontrándole detalles y brillos sencillamente mágicos, palabras que a estas alturas ya se reitera. Después de Vol II, se incorporó Federico Castrogovianni en la batería y vinieron los EP´s “Preludio” e “Imaginario” de 2014, trilogía conceptual que aún no termina, pero de la que seguramente hablaremos este próximo año cuando esperamos el cierre de la obra definitiva de los gigantes Humo del Cairo. Desde la belleza del arte de la portada hasta el último riff, “Vol. II” representa el pasaporte a la eternidad en casi 50 minutos de trance, un trabajo que seguramente el tiempo le dará aún más valor al reconocimiento del que ya goza, pieza fundamental y angular en la evolución del sonido stoner en Sudamérica.
Roberto Fuentes
Para escucharlo: humodelcairo.bandcamp.com/album/vol-2
Lista de Temas:
1. Fe
2. Los ojos
3. Tierra del Rey
4. El Alba (Parte A)
5. El Alba (Parte B)
6. Crinas
7. Monte
8. Espada de sal
9. Parte del león
10. Descienden de los cielos
11. Indios
Alineación:
- Juan Manuel Diaz / guitarra, voz
- Federico Castrogovianni / batería
- Gustavo Bianchi / bajo