Un hombre de edad avanzada va caminando a la orilla del lago. De pronto siente que "algo" le brinca al zapato y descubre con asombro que es una rana enorme. De pronto, la Rana le dice en tono esperanzador: "Si usted me besa, yo me convierto en una princesa hermosa. Una princesa despampanante, con un cuerpo muy atractivo". El hombre, sorprendido ante tal invitación, voltea para todos los lados y al darse cuenta de que no es visto, toma a la rana y se la mete dentro de la camisa. De inmediato sigue su camino. Minutos más tarde la rana le pregunta: "Oiga usted buen hombre, que no me vas a besar. Mire que me convierto en una princesa hermosa. Una princesa despampanante, con un cuerpo muy atractivo." A lo que el hombre mayor le dice: "Mira Princesita, a mi edad es más divertido tener una rana que habla".