Hunter S. Thompson: La maldición de Lono (1):

Publicado el 29 abril 2016 por David David González

Creo que esta vez nos ha tocado un pardillo, viejo amigo. Un gilipollas al que apellidaron Perry en Oregón nos quiere regalar un mes en Hawái, por Navidades: y todo lo que tenemos que hacer es cubrir la maratón de Honolulú para su revista, una cosa llamada Running.

Nos bajamos en casa de Wilbur, instalamos un bar y un centro de operaciones junto a la esquina y, durante los minutos siguientes, nos limitamos a estar de pie bajo la lluvia y a dirigir todo tipo de improperios a los corredores que pasaban.- Estás acabado, tío, no lo conseguirás.- ¡Eh, gordo! ¿Te apetece una cerveza?- Corre, tonto del culo.- Levanta esas piernas.- Traga mierda y muérete.Solo uno de ellos, un tipo fornido que iba en los grupos delanteros se atrevió a replicarle:- Ya te veré a la vuelta.- No, qué va. No volverás a pasar. ¡Ni siquiera terminarás! Te derrumbarás por el camino.El hecho de eructar cualquier tipo de insulto cruel y brutal que se nos pasara por la cabeza nos proporcionó una extraña sensación de libertad, porque era imposible que ninguno se detuviera a discutir. Veían a un grupo de depravados entre equipos de televisión, sombrillas de playa, cajas de cerveza y de whisky, música a tope y mujeres desenfrenadas, fumando cigarrillos.
Hunter S. Thompson. La maldición de Lono. Editorial Sexto Piso, 2016. Traducción de Jesús Gómez Gutiérrez.