Para que nadie me acuse de, en pleno mes de Agosto mesetario, volar demasiado hacia el sol, iremos hacia el sol por el camino que pocos conocen. Por el camino de la oscuridad. Porque sí, Apolo, el dios jinete, luminoso, justo y moderado, nace cada mañana de la penumbra y a ella vuelve cada noche. Porque es el dios de los oráculos, de la interpretación de lo oscuro. Y es el Apolo Iatros, el médico, el Iatromantis, pero también el Oulios, el curador de las sombras...Hace muchos siglos, un filósofo griego escribió un poema... Un filósofo debe ser alguien sesudo, serio, que reflexione cada palabra de su texto. Un poema? Como es posible?No se espera de un filósofo. No se espera de un pitagórico, de un fundador de la filosofía griega y occidental. Y sin embargo, fue lo que hizo Parménides. En una época remota, desconocida, existió un hombre llamado Parménides, en una ciudad focea en el sur de Italia, fundada por y según los oráculos, con varios fallos en su interpretación.Parménides, del que hasta hace poco sólo teníamos notícia a través de Platón (y este a través de Sócrates), fue un importante filósofo de la antigüedad. Pero resulta que, además, era otras muchas cosas. Legislador de su ciudad, Comandante de su ejército, Médico de cuerpos y Sacerdote de Apolo. Y esto último lo convertía en todo eso y mucho más. Un algo más fundamental para entender por qué en la antigua Grecia, blanca ella, se escuchaba tan asiduamente a los oráculos. Por qué en una época racional y matemática, el mito y los héroes tenían tal importancia? Por qué en una época de búsqueda de sabiduría y luz, había caminos oscuros?Por qué en todas las ciudades foceas, desde su origen helénico a sus últimos asentamientos egipcios se rendía culto a Apolo? Por qué un médico, filósofo, militar y legislador elegía la poesía para su mensaje? Y por qué siempre el templo a Apolo, dios sabio, dios Sol, asentaba encima de una gruta?Por qué?Los que sepáis leer griego, fijaos bien en la inscripción de la foto que encabeza el texto.
Para que nadie me acuse de, en pleno mes de Agosto mesetario, volar demasiado hacia el sol, iremos hacia el sol por el camino que pocos conocen. Por el camino de la oscuridad. Porque sí, Apolo, el dios jinete, luminoso, justo y moderado, nace cada mañana de la penumbra y a ella vuelve cada noche. Porque es el dios de los oráculos, de la interpretación de lo oscuro. Y es el Apolo Iatros, el médico, el Iatromantis, pero también el Oulios, el curador de las sombras...Hace muchos siglos, un filósofo griego escribió un poema... Un filósofo debe ser alguien sesudo, serio, que reflexione cada palabra de su texto. Un poema? Como es posible?No se espera de un filósofo. No se espera de un pitagórico, de un fundador de la filosofía griega y occidental. Y sin embargo, fue lo que hizo Parménides. En una época remota, desconocida, existió un hombre llamado Parménides, en una ciudad focea en el sur de Italia, fundada por y según los oráculos, con varios fallos en su interpretación.Parménides, del que hasta hace poco sólo teníamos notícia a través de Platón (y este a través de Sócrates), fue un importante filósofo de la antigüedad. Pero resulta que, además, era otras muchas cosas. Legislador de su ciudad, Comandante de su ejército, Médico de cuerpos y Sacerdote de Apolo. Y esto último lo convertía en todo eso y mucho más. Un algo más fundamental para entender por qué en la antigua Grecia, blanca ella, se escuchaba tan asiduamente a los oráculos. Por qué en una época racional y matemática, el mito y los héroes tenían tal importancia? Por qué en una época de búsqueda de sabiduría y luz, había caminos oscuros?Por qué en todas las ciudades foceas, desde su origen helénico a sus últimos asentamientos egipcios se rendía culto a Apolo? Por qué un médico, filósofo, militar y legislador elegía la poesía para su mensaje? Y por qué siempre el templo a Apolo, dios sabio, dios Sol, asentaba encima de una gruta?Por qué?Los que sepáis leer griego, fijaos bien en la inscripción de la foto que encabeza el texto.