Con motivo del aniversario de esta magna publicación, el blog dedicará el mes de junio a recordar su presentación y a difundir las excelencias de este gran compendio de la devoción pastoreña.
El pasado 6 de junio, hizo un año de la brillante presentación, en el salón de actos del Seminario Metropolitano de Sevilla, de la magna obra enciclopédica “la Divina Pastora en los escritos de fray Isidoro de Sevilla” del Doctor de mariología, Rvdo. P. Álvaro Román Villalón, que fue motivo de orgullo para todos los pastoreños.
A partir de hoy, y durante todo el mes de junio, desde el blog vamos a recordar como se merece aquel acontecimiento, con el objeto también de difundir así los valores de esta obra imprescindible para conocer el fenómeno de la devoción pastoreña en toda su magnitud; una obra, además, de la que los pastoreños de Cantillana se sienten especialmente orgullosos y satisfechos, no sólo por la adscripción y militancia cantillanera y pastoreña de su autor, sino por el lugar que, en la obra, ocupa el culto, historia y características artísticas y devocionales de una de las más emblemáticas imágenes de la Divina Pastora en todo el Mundo: la de Cantillana.
Durante estos días de Junio, en la cabecera del blog aparecerá el enlace a toda la información referente a la publicación y recordaremos el éxito de las presentaciones de dicha obra, tanto en Sevilla como en nuestro pueblo. Así mismo se ofrecerá cobertura a la repercusión mediática y éxito que en numerosos ámbitos esta teniendo este importante libro.
Desde hoy, día 8, hasta el próximo 8 de julio, cuando falten dos meses para el día grande de Cantillana, volverá a ser la actualidad pastoreña todo lo relacionado con “la Divina Pastora en los escritos de fray Isidoro de Sevilla”, de nuestro querido Padre Álvaro Román, el más insigne hermano efectivo que tiene en la actualidad nuestra hermandad y el director espiritual del blog.
Los administradores, de este espacio, sitio oficial de la colosal publicación, animan a todos sus seguidores y visitantes a seguir con atención y difundir toda la información que aquí se va a ir ofreciendo, cumpliendo así la vocación de apostolado pastoreño que debe imperar y distinguir en todo aquel que tenga por orgullo profesar esta devoción. Agradecemos y felicitamos una vez más a nuestro querido Álvaro su inigualable aportación con este libro y a todos los pastoreños, especialmente aquellos que saben apreciar justamente su valor y que tanto hicieron y están haciendo por difundirlo.