Ayudar a los demás, a los que menos tienen, es curioso... pero no sólo les aporta a ellos, a mi me deja una sensación de bienestar que, hasta egoístamente hablando, viene muy bien.
Voy más lejos aún, una de las grandes equivocaciones de mi vida ha sido no saber, en su debido momento, para que había venido yo a este mundo, o dicho de otra manera, en que sector de la sociedad activa mis cualidades iban a hacer un bien mayor. Con 18 años no estaba preparada para tomar esa decisión, y me dejé llevar. Acabé derecho si, pero ni ejerzo, ni creo que lo vaya a hacer nunca. Mi forma ser dista mucho de lo que se entiende por un buen abogado.
Sin embargo si siento que tengo madera de profesora, de madre y abuela maestras, se que he heredado esa vocación. Ahora lo se. Se que lo hubiera hecho bien, tengo infinita paciencia, soy extremadamente empática, me gusta el trabajo bien hecho, y dar herramientas al que no sabe para que aprenda. Y creedme, ser la mayor de 3, me ha dado muchas oportunidades para comprobarlo. Lo de la paciencia, quizá menos, pero ya se sabe que donde hay confianza...
Además desde que soy madre, el tema de los niños, obviamente me es más cercano, y hace que tenga especial sensibilidad con ellos. Por eso leer que hay lugares en el mundo donde los niños empiezan a trabajar antes de los 6 años, es algo que me impide quedarme impasible. Leer como si empiezan a ganar dinero a través de ese trabajo, les dificulta muchísimo, e incluso les impide, el acceso a su escolarización, es algo que hasta puedo llegar a comprender que ocurra, pero al mismo tiempo me gustaría colaborar para que terminase.
Por todo ello, hoy, en #LoMejorDeLaSemana me sumo a esta iniciativa que se ha puesto en marcha, a través de la cual colgando este sello en tu blog estás ayudando a que cientos de niños tengan esa oportunidad que merecen. La oportunidad de aprender, de formar parte de un grupo en el colegio, de ser educados y enseñados, de compartir, de descubrir, de madurar. En definitiva, de hacer lo que por su edad les corresponde, y ser felices.
Muchas veces pienso que las buenas causas, por su propia definición, contarán con mucho apoyo. Sin embargo no siempre es así, de hecho me ha sorprendido que todavía no hayan llegado a los 200 sellos que necesitan para llegar a la meta que se han marcado.
Desde ya, cuenta con uno más... el mío¿ Os animáis? Sólo faltan 36... ¡podemos hacerlo!