I Carta a los militantes del Partido Comunista Cubano: Renovar el liderazgo

Publicado el 10 junio 2010 por Reven

Veo los acontecimientos que suceden en Cuba con gran preocupación. Empieza a vislumbrarse un fin y esto no es positivo. El régimen pierde fuerza de manera notoria a nivel internacional y a nivel local. ¿Qué como lo se? Los comunistas están dando la espalda a la isla poco a poco aunque lo digan con la boca chica. Cada vez menos gente se concentra para apoyaros. Esto me da mala espina, es un síntoma poderoso.

Sin embargo, la revolución hoy día, viendo como está el mundo, parece más necesaria que nunca. Necesitamos un escudo sobre el que defendernos con la que está cayendo y apenas somos capaces de mantenernos en pie para defender una alternativa al capitalismo en la práctica -en la teoría es otro cantar- y la caída de Cuba en manos del capitalismo sería un golpe mortal para la política anticapitalista a nivel mundial que nos noquearía durante algunos años. No lo digo porque os necesitemos para hacer esta política sino porque el mensaje de “no-alternativa” tendría una nueva excusa para ser lanzado y me temo que no estamos en condiciones de contradecirlo. Creo que no hace falta decir que las presiones contrarrevolucionarias no salen solo de fuera, también de dentro de dos maneras: la oposición anticastristas y las desigualdades políticas todavía visibles en Cuba. Acabando con la segunda de estas presiones la primera se diluirá como el agua.

Hace falta reforzar la posición de Cuba para que no caiga y al mismo tiempo de fuerza a los argumentos contra el capitalismo en todo el mundo. Algo bastante positivo sería acabar con las formas de discriminación política que existen en el país, en la administración y en el partido comunista. Todo país las tiene. Aunque es innegable que por sus condiciones políticas se vean acentuadas en Cuba, ahora bien, sea por lo que sea hay que reducirlas. ¿Cómo? Democratizando las instituciones políticas, las asambleas de base y zona e incluso el Partido Comunista Cubano como primer paso a la democratización completa del socialismo cubano. Cambiar a la vieja casta dirigente parece un paso necesario. Así se acabará con la única arma de lanza poderosa del capitalismo sobre la isla: la democracia. Una vez que la democracia se haya recuperado una nueva ola de liderazgo llegará a las organizaciones políticas del estado, en el que no es necesario que solo perviva el PCC, también pueden existir otras organizaciones. No temáis a Yoanis ningunas, la mejor manera de destruir “su figura” es permitir que se enfrenten a una seria derrota electoral, cosa clara teniendo en cuenta que ni el 5% de los cubanos conoce de su existencia. Y todos sabemos, que una democracia con fuertes debates incentiva el hallazgo y la creación de líderes políticos, de los cuales La Revolución está muy necesitada.

Los nuevos líderes darán la continuidad necesaria a las políticas ya emprendidas y que han sido muy beneficiosas, muy por encima de todas las calumnias. Hay pobreza, pero no hay muerte por inanición como en todos los países del entorno, cosa que regresará inevitablemente -miles de ejemplos tenemos- si permitís la llegada del libre comercio de nuevo a vuestro país. La tarea es ardua por supuesto, pero es necesaria. Esperar significa acabar como la Unión Soviética, derrotada por méritos propios, algo que no podemos permitirnos.