¿Se es inteligente por reconocer lo ignorante que se es, al descubrir la inmensidad de conocimiento existente y saber que nunca se podrá abarcar, siquiera una nimiedad de lo existente? ¿O se es ignorante, al no reconocer lo inteligente que se es, por encima de la media, a pesar de saber de la inmensidad del conocimiento existente y al que nunca se podrá abarcar ni siquiera en una nimiedad?
He hay un dilema....
Entrando en la existencia de la inteligencia, ¿Dónde empieza? ¿Dónde termina?
¿Es quizás el catedrático el más de lo más, de los inteligentes? ¿Lo es el ingeniero? ¿Quizás un super-mega-ultra cerebro con diez carreras a su espaldas?
Me exprimo por saberlo, y sigo sin entenderlo, un inteligente, ¿Inteligente aquel que está por encima del 50 % de la población? ¿Quizás el 55 %, 60 %, 75 %, 99 %? ¿Qué determina ser más inteligente que el resto de la población, estar ligado a una "instrucción académica profesional" (al fin y al cabo, eso es la meta de la educación, fabricar profesionales)? ¿Acaso un cultivador de arroz, no pudiera ser la persona más inteligente y con más conocimiento del mundo?
Dicho sea de paso y visto que salario (Poder adquisitivo y nivel de comodidad de individuo) no corresponden ni de lejos a los más inteligentes y más cualificados (Véase caso y economía de Cristiano Ronaldo en comparación con Einstein....(sin más ejemplos, pues la lista puede ser casi infinita)) ni mucho menos el poder y la soberanía (Mariano Rajoy, Bush....)
Llegando a conclusiones, veo claramente que, inteligencia, no sirve para destacar en conocimiento, puesto que es infinito en comparación con los seres humanos, en cuanto a niveles académicos, puesto que influyen muchas, demasiadas cosas y en las que inteligencia no ocupa ningún lugar importante. Viendo que a la hora de la economía y comodidad para una vida solvente no sirve, pues depende más del gusto de las muchedumbres, es más quedó demostrado que un alto porcentaje de personas extremadamente inteligente terminan sus días pidiendo limosna en las calles. Y visto que en política, los necios e ignorantes siempre son los que apresan el poder y alcanzan la soberanía.
Ante estás conclusiones, creo que es lógico apreciar, que los diccionarios se equivocan y que en realidad es incorrecto lo que se admira:
La ignorancia es el paraíso, un valor en alza, algo a lo que hay que alabar, imitar y procurar alcanzar.