I’ll be there. Siempre contigo, de Holly Goldberg Sloan

Publicado el 21 noviembre 2012 por Cris @estanteriaazul

A Emily no le gusta cantar. Desafina. Y además, con tanta gente mirándola... ¿Por qué se habrá empeñado su padre en que haga algo así? Y luego está ese chico sentado al final de la fila. Tan guapo. Oculta algo. Y la mira todo el tiempo. Solo a ella. Y ella se ha puesto a cantar. Solo para él.

Sam lleva una vida nómada con su padre y su hermano, Riddle. No conoce la palabra hogar y domina a la perfección el arte de la invisibilidad con el objetivo de pasar desapercibido. Pero una mañana de domingo, Sam decide ir a la iglesia del nuevo pueblo en el que está viviendo. Allí escuchará una canción. Una canción cantada por Emily.

Emily lleva una vida ordenada y cómoda en su pequeña ciudad. Se encuentra en ese momento en que comienza a preguntarse cuál va a ser el episodio que cambie su vida. Hasta el momento, todo ha transcurrido con normalidad: tiene unos padres, un hermano, un perro y una amiga, estupendos.

Pero cuando ambos se encuentran, ya nada volverá a ser como antes. Sobre todo porque los padres de Emily tienen mucho que decir al respecto. Sobre todo porque el padre de Sam tiene un rifle que lo acompaña a todas partes...

“A veces, las voces decían a Clarence que Riddle había nacido para hacerle daño a él. Por tanto, dejaba que fuese el grande quien se encargara del pequeño. Él  había aprendido a base de golpes. No se puede confiar en nadie. Y menos si son de tu sangre.”

Traducción de la edición catalana hecha por una servidora.

I’ll be there. Siempre contigo es una novela juvenil perteneciente al realismo contemporáneo. Es uno de mis género favoritos y normalmente acierto con las lecturas, sin embargo, esta historia me ha dejado confundida.

Creía que la historia de Sam y Emily iba a ser como cualquier otro libro actual y aunque las primeras páginas sugerían que iba a ir por ese camino, en realidad, en cuanto más avanzaba más equivocada estaba. Esto ha sido en su mayor parte gracias a Sam y su dura historia puesto que no ha vivido una infancia como los demás chicos; cuando era pequeño su padre, Clarence, le secuestró junto a su hermano y ha viajado por todo el país huyendo de las autoridades. Su padre, que sufre un trastorno mental, en ningún momento se ha preocupado de él ni de su hermano, viven como pueden, ayudando en el vertedero de la ciudad para obtener algo de dinero. Sam me ha parecido un personaje inocente, misterioso, fuerte y complejo. En cambio, Emily tiene una vida fácil y acomodada, aunque al principio me pareció la típica enamoradiza que llega a obsesionarse con Sam, la historia entre ellos ha ido a un ritmo más tranquilo y pausado de lo que me esperaba.

Con un estilo sencillo y cuidado, Holly Goldberg Sloan le ha dado mucha importancia a los personajes. Sin embargo no he llegado creerme la actitud de uno en particular: el hermano pequeño de Sam. Riddle es un niño que en teoría tiene autismo/síndrome de asperger (en el libro no lo aclaran). Digo en teoría porque –y aquí viene la parte que más me ha confundido de la novela- el personaje llega a participar en una serie de sucesos que, para un chico de doce años que no ha tenido ninguna educación y que ha vivido en las horribles circunstancias descritas más arriba, rozaban lo inverosímil. No sé mucho sobre el tema y, aunque a raíz del libro he investigado algo, me ha costado mucho creer su actitud. También ha habido algunas escenas que no me las he creído, para aquellos que lo hayáis leído sólo diré una palabra: oso.

Aunque me haya costado creerme todos los acontecimientos que viven Sam y Riddle en la mitad-final del libro, reconozco que I’ll be there. Siempre contigo contiene una historia muy bonita y es junto con Sam lo que más me ha gustado del libro. Emily cree en las casualidades y como estas te van dirigiendo a tu destino, y de eso trata la novela, de como cualquier detalle, por pequeño que sea puede cambiarte completamente la vida. La autora le ha dado mucha importancia a la familia dándole cierto protagonismo a los padres y, también a la música, quién será la encargada de cambiar la vida de los personajes y de unir todas las piezas expuestas. Sin embargo, Holly ha caído en clasificar a los personajes en ser o muy buenos o muy malos, así como en darle a la historia final de uno de los secundarios cierto tono cómico que, aunque es el ejemplo perfecto para ilustrar el tema de las casualidades, ha sido muy exagerado.

Teniendo en cuenta lo bueno y lo malo (bajo mi punto de vista) de la novela, ¿merece la pena leerla? Sí, por la historia en general que quiere transmitir la autora y por Sam, que os enseñará que por muy mala que sea tu vida siempre puede cambiar por el detalle más insignificante, como por ejemplo una canción. 

Holly Goldberg Sloan nació en Ann Arbor, Michigan. Madre de dos hijos, vive en California con su marido, el escritor Gary Rosen. Es una gran aficionada a los deportes, le encanta cocinar, nunca ha conocido a un perro que no le haya parecido encantador, y cree que su libro I’ll be there es lo más gratificante que ha hecho nunca en su vida profesional.

www.hollygoldbergsloan.com

-  Ediciones SM / Cruïlla (edición catalana) -