En octubre de 2009, los científicos anunciaron que el primer mapa de datos producido por IBEX revelaba una banda brillante imprevista de átomos neutros energéticos, que emanaban hacia el Sol desde el borde del Sistema Solar. Este decubrimiento fue inesperado por los científicos, ya que la banda brillante de emisiones no era representada por ningún modelo teórico previo de la región.
La nave espacial IBEX crea mapas del cielo midiendo y contando partículas referidas como átomos neutros energéticos que son creados en un área del Sistema Solar conocida como la región del borde -o límite- interestelar. Se requiere esta técnica debido a que esta región no emite luz que pueda ser recolectada por los telescopios convencionales. Este borde interestelar es donde las partículas cargadas provenientes del Sol, lo que llamamos viento solar, fluyen escapando más allá de las órbitas de los planetas y colisionan con el material que está entre las estrellas. Estas colisiones provocan que los átomos neutros energéticos viajen hacia dentro, hacia el Sol desde el espacio interestelar, con velocidades que van desde 100.000 millas por hora hasta más de 2,4 millones de millas por hora.
Este segundo conjunto de mapas de todo el cielo, creado utilizando los datos recolectados durante seis meses de observaciones, muestra la evolución de la región de la frontera interestelar. Los mapas ayudan a delinear la región de la frontera interestelar, el área del borde del Sistema Solar que lo protege de la mayor parte de la peligrosa radiación cósmica galáctica que de otro modo podría penetrar desde el espacio interestelar. Los nuevos hallazgos fueron publicados en Journal of Geophysical Research - Space Physics, una publicación de la Unión Geofísica de Estados Unidos.
"Nuestro descubrimiento de cambios en seis meses en la banda de IBEX y otros átomos neutros que se propagan desde el borde del Sistema Solar muestran que la interacción entre el Sol y la galaxia es asombrosamente dinámica", dijo David J. McComas, investigador principal de IBEX y vicepresidente asistente de la División de Ciencia e Ingeniería Espacial del Instituto de Investigación del Sudoeste en San Antonio. "Estas variaciones están teniendo lugar en escalas de tiempo muy cortas".
La nave espacial IBEX fue lanzada en octubre de 2008. Su objetivo científico era entender la ciencia de las interacciones entre el viento solar y el medio interestelar en el borde de nuestro sistema solar.
"Esta percepción de la situación provista por IBEX muestra que nuestro lugar en el espacio no es constante", dijo Dick Fisher, director de la División Heliofísica de la Dirección de Misiones Científicas de la NASA, en las oficinas centrales de la agencia, en Washington. "Una mejor comprensión del entorno dinámico del espacio es vital para la planificación exitosa de la exploración futura". El objetivo de la División Heliofísica es entender al Sol y sus interacciones con la Tierra y el Sistema Solar.
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