Es la frase que más se repite en el libro que me regalaron ayer. Me explico: aceptando la amable invitación de la Presidenta de IBIAE, ayer por la mañana asistí a la presentación del Plan Estratégico que lleva por nombre "Ibi, Espíritu Emprendedor", con el que esta asociación empresarial pretende dar a conocer, a nivel internacional, el potencial industrial de nuestro pueblo y de su Comarca.
Soledad Gutiérrez nos explicó con todo lujo de detalles en qué consiste este ambicioso proyecto, planteado a un horizonte de tres años, que no es otra cosa que un detallado plan de marketing para toda la industria local en su conjunto. Se ha empezado creando un logotipo, que es el que aparece a la derecha, y realizando un vídeo corporativo con la participación de un grupo de empresarios "... que representan el sentir y el saber hacer de nuestro tejido empresarial".
El siguiente paso es presentar el proyecto a toda la sociedad, lo que está previsto para el próximo mes de enero, y recabar el respaldo de empresarios, administraciones públicas, organizaciones empresariales y medios de comunicación. Está previsto que un gabinete de prensa lleve a cabo un seguimiento del impacto para finalizar la primera fase.
En una segunda fase, el proyecto prevé la creación de una Plataforma 2.0 que permita que nuestras capacidades industriales sean conocidas en todo el mundo, para lo cual habrá una relación de empresas, de sectores, de productos, etc., facilitando el contacto entre clientes y proveedores. Por cierto, IBIAE ya se ha encargado de registrar el dominio ibiespirituemprendedor.com, por si acaso.
Quizás la pregunta del millón es ¿Porqué no se ha hecho antes? No se trata de una crítica contra nadie, sino de poner de relieve algo obvio: ya estamos tardando. En un mundo tan competitivo, necesitamos una marca, un lema, algo que aglutine al estupendo conjunto de empresas ubicadas en nuestro pueblo, capaces de fabricar cualquier producto de la rama metal-plástico.
Y mientras redacto estas letras me vienen a la cabeza unas cuantas ideas, pero para no alargarlo más las dejo para otro día.
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