Es un grito que se repite cada instante. Cuando te asomas a la belleza de sus calas, cuando eres testigo de la claridad de sus aguas, de las puestas de sol más bellas del mediterráneo. Patrimonio de la Humanidad desde 1999, representa para la UNESCO una interacción entre los ecosistemas marino y costero. Al asentamiento de Sa Caleta, y a la necrópolis de Puig des Molins que nos remontan al periodo fenicio-cartaginés, hay que añadir el empuje turístico de sus noches, si bien el Consejo Insular quiere promocionar un turismo más tranquilo y familiar. La isla se encuentra dividida en cinco municipios: San Juan Baustista, San Antonio Abad, Santa Eulalia del Rio, San José e Ibiza, que a su vez se encuentran divididos en parroquias. Entre las variedades de la cocina ibicenza se cita el Sofrit pagès (cordero, pollo o ambos). Con cerdo se elaboran: el Arròs de matances, la Sobrasada eivissenca y el Butifarró. Entre los pescados: la Borrida de ratjada (raya marina), La Tonyina a l´eivissenca (atún) y el Bullit de Peix. Además están El Cuinat y la Coca de Pebrera (empanada de pimiento). Entre los postres: el Flaò (tarta de queso), Les Orelletes, Els Bunyols, la Greixonera.
Imágenes para "Curiosón", Jon Ruesgas
Cala d'hort
Portinatx
Sa talaia
Sección en "Curiosón": "Cosas para ver-Mundos para compartir"