El primer gran paso en este sentido se llama Watson, un superordenador capaz de contestar preguntar formuladas de manera natural sin conocerlas previamente. Es decir, era capaz de pensar y dar una respuesta en base a lo que él ya conocía.
Pero IBM va más allá y de acuerdo a lo manifestado por John Kelly, vicepresidente de la compañía, nos indica lo siguiente: “Los sistema informáticos son cada vez más “bio-inspirados”. El problema de WATSON es de tamaño y volumen necesarios. Cada cerebro humano funciona con 20 vatios de electricidad, una gama baja la que necesita para funcionar sobre una base constante.”
Para ello IBM se ha asociado con DARPA, empresa del gobierno estadounidense encargada de la investigación para el departamento de defensa. Los que inventaron Internet para entendernos, entre otras muchas cosas.
Dichas agencias, en conjunto, aseguran que el proyecto está ya en marcha y esperan terminarlo en 10 años, es decir, tener listo un cerebro humano artificial con las mismas necesidades energéticas que uno de verdad. No veo las horas para ver lo que salga de todo esto.
Fuente|Idealab