Ya os dejamos la simpresiones de la primera jornada, ahora le toca a la segunda.
No podemos dejar de pensar que nos estamos perdiendo un gran año, parte de la culpa la tienen la segunda jornada donde Goran Bregovic y Tape Five brillaron según vemos en la crítica y en la prensa, igualmente os dejamos, ya entrada la tercera jornada, con lo que el staff ha resaltado de la segunda, parece que ha sido una fiesta.
#Nota de Prensa
La locura balcánica conquistó ayer la playa de Tavernes de la Valldigna durante la segunda jornada de Iboga Summer Festival. El músico y compositor Goran Bregovic encabezó el cartel con su Orquesta de Bodas y Funerales. También fue un día de grandes debuts. Las formaciones de swing Tape Five y Tia Bradza junto a los grupos Blow y Äl Jawala hicieron su presentación ante el público español en el Iboga.
Solo habían pasado dos años desde su primera visita al festival en 2014 pero el regreso de Goran Bregovic era muy esperado por los ibogueros. Sentado y de blanco como la última vez, y acompañado por su orquesta de músicos y coristas caracterizados con trajes típicos de los Balcanes, Bregovic desató la locura nada más comenzar el concierto. Los bailes del público levantaban una humareda de polvo que se fue haciendo más grande conforme avanzaba. Sonaron temas del álbum Champagne por Gypsies pero el broche final lo pusieron “Bella Ciao” y “Kalasnjikov”. Horas antes el trío Blow inauguró el programa del escenario principal. Dos saxofones y una batería fueron suficientes para crear el sonido de una auténtica banda con guitarra y bajo incluidos. Su característica puesta en escena con máscaras dejó todo el protagonismo a la música. A continuación la canadiense Tia Brazada sedujo al público con su voz melódica y sensual. Ataviada como una estrella pin-up, boa de plumas y gafas de sol de gato incluidas, invitaba a seguir el ritmo de su repertorio de jazz swing que fue in crescendo hasta alcanzar ritmos cercanos al charlestón. La formación franco-alemana Äl Jawalacambió de registro con su sonido gypsy de fondo electrónico, conseguido solamente con metales, percusión y saxofones. “Wake up”, el primer tema de su último disco Hypnophonic con reminiscencias al sonido Bollywood, daba comienzo a su actuación. Sin embargo, el momento de mayor conexión con el público se produjo cuando los músicos se reunieron en corro en la arena mientras seguía el concierto.
Tape Five devolvió el swing al escenario del Iboga. El alemán Martin Strathausen se apoderó de las tablas como un gran divo del género para tocar temas de su recién publicado trabajo Circus Maximus, como “Mad Dogson the Scene”, pero también versiones de grandes clásicos como “Summer Time”. El punk folk de los locales X-Fanekaes tomó el relevo a Bregovic cuando las ganas de danzar ya eran insaciables. Con el álbum Sexe, cassalla i punkfolk recién publicado y tras pasar por la carpa de circo en 2015, los valencianos mostraron una gran entrega. Y con el nivel más alto de locura iboguera, los húngaros Bohemian Betyars hicieron su aparición en el Iboga por tercer año consecutivo. El cierre de la noche estuvo reservado a Little Big.