Con el trueque de Eto´o por Ibrahimovic, el Barcelona perdió ese instinto asesino que tenía el camerunés a la hora de mirar los tres palos. El sueco arrancó como para comerse la Liga y después cayó en una meseta de la que está intentando salir. Ibra es menos voraz que Eto´o, pero infinitamente más técnico a la hora de entrar en la combinación de pases y lujos. Frente a Mallorca, le regaló esa asistencia realizada con la espalda a Messi y contra el mismo rival, pero en la primera rueda, había asistido a Pedro con un taco infernal. Fútbol en estado puro.
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