Iconoclastias

Publicado el 11 septiembre 2010 por Cronicasbarbaras

El Ejército estadounidense confiscó en Afganistán una partida de biblias enviadas por iglesias cristianas en pashtún y dari, los principales idiomas del país, y las quemó en la base de Bagram ante testigos afganos para demostrar que no se haría proselitismo con ellas.

Es que la iconoclastia, con destrucción de símbolos cristianos, está tolerada bajo legislaciones democráticas, y si afecta a cualquier religión no islámica, se estimula bajo la sharía. Pero si daña símbolos musulmanes condena a muerte al iconoclasta.

El mundo entero protesta ahora contra Terry Jones, pastor expulsado de las iglesias protestantes alemanas por su fanatismo, y que desde su iglesia independiente en Florida, de sólo cincuenta seguidores, anunció la quema del Corán.

Presentaba el acto como repulsa hacia y por la intención de instalar una mezquita donde los fanáticos islamistas provocaron 3.000 muertos en las Torres Gemelas en los atentados del 11S.

Aunque el pastor se retractó posteriormente, presionado por unas autoridades estadounidenses amedrentadas por el islam.

En España existe una gran tradición iconoclasta. Por ejemplo, y quizás como revancha contra la dictadura del nacionalcatolicismo del primer franquismo, asaron en televisión un Cristo como si fuera un jamón.

Y los presupuestos públicos pagaron exposiciones en Extremadura y Andalucía en las que el mismo Cristo, la Virgen y otras imágenes católicas, practicaban sexo, incluyendo incesto y zoofilia.

Realmente, ante la blasfemia y la cristofobia los cristianos, en lugar de indignarse, podrían declararse mártires espirituales y morales.

La iconoclastia es sana como protesta contra dioses implacables, aunque en el Nuevo Testamento Cristo convierte al duro Dios judío en amoroso, algo que pocas veces recuerdan sus seguidores.

Seis siglos después de Cristo, nace el islam: Alá dicta en el Corán leyes que, unidas a los hadizes, resultan la sanguinaria sharía.

Terry Jones es fanático, pero tiene derecho a quemar papel, no a seres humanos. Lo estupefaciente es que el gobierno Zapatero emita oficialmente un comunicado contra ese friky solitario, y que calle siempre cuando, agitando ese Corán, queman iglesias africanas y asiáticas con cristianos dentro.