Idea, concepto y resultado de la Navidad
Estas son las fechas en las que te llegan mensajes de empresas y personas que no tienes ni idea de quienes son, pero haciendo un esfuerzo te acuerdas que hace tiempo les preguntaste sobre un producto o pensando que serían un contacto interesantes, los aceptaste en Linkedin sin que apareciera un proyecto con el que poder colaborar con ella. Si señor, son las navidades.
Todo el concepto de Navidad está bien estructurado, una época de felicidad y de paz entre los hombres aprovechando que nació el profeta más importante de la humanidad. Es cierto que hay más religiones y más profetas de los que podría contar, pero este lideró el nacimiento de la religión más profesada del planeta.
No vamos a entrar en el tema de que en el fondo, la Navidad católica fue una estrategia muy bien planteada de adapt, expand and conquer sobre otras tradiciones más antiguas. Es cierto, las celebraciones en estas épocas son más antiguas que el propio Jesús, y muchas creencias celebraban ritos en estos mismos días sin tener ni idea de que Dios era uno y trino.
Pero seamos católicos, musulmanes o agnósticos freelance como yo, es innegable que es una celebración que ha cuajado en la cultura. Es cierto que la presión de lo políticamente correcto ha conseguido cambiar el Feliz Navidad por el Feliz Vacaciones, pero por otra parte, algunos creyentes fervorosos también han conseguido eliminar la teoría de la evolución en las escuelas de algunos colegios de EEUU, así que lo comido por lo servido.
Lo importante es el concepto, la idea de una época de paz, una época de amor. Un momento para reflexionar sobre lo que ha sido tu año, como has vivido tu vida, estar con la gente que quieres y la que te quiere para compartir unos instantes de tu vida y simplemente ser tu, no el de marketing, el director, o el conserge, simplemente ser tu mismo sin preocupaciones. Es una idea preciosa, y es algo por lo que yo firmo ahora mismo. Ser yo mismo y estar con los que quiero y los que me quieren.
Lamentablemente, existen expertos del marketing que no dudan en retorcer algo tan puro, algo tan bello, para convertirlo en un canal de ventas y en un evento mundial para duplicar la cuenta de resultados. Y si miras los resultados está claro que lo han conseguido. Es una época donde detrás de cada felicitación, de cada christmas, hay un libelo.
Hemos perdido el norte y esa época de recogimiento se ha convertido en una carrera por comprar la última tontería de turno, ya sea un juguete de cien euros para un niño de dos años o comprar esa colonia cara y absurda. Al final el niño jugará con la caja, y esa colonia no te hará más guapo.
Sobre el tema del dispendio gastronómico, s i toda la idea es estar tranquilo y en paz, nuestro actos tienen intenciones muy poco alienadas con esos objetivos, nos dejamos una fortuna en mariscos, carnes, vinos, turrones y demás manajares, que para más miseria, estaremos tan llenos, tan gordos, tan rebozados en nuestra propia gula que ni siquiera seremos capaces de saborearlo. Y ya ni cuento el tiempo que muchas madres se van a tirar en la cocina preparando manjares sofisticados cuando la verdad es que con una sopa y una tortilla, debería de ser suficiente porque es época de amor y paz.
Pero esta es nuestra sociedad, la idea era buena, pero algo se ha torcido en el camino y damos más importancia a un objeto que a una idea o sentimiento. Pero no pierdo la fe, quizás algún día las cosas cambien y mientras eso ocurra me imagino que podré levantar una empresa que consiga devolver el mensaje original de navidad a sus clientes y proveedores. No os riáis, si Coca-Cola fue capaz de convencernos de que Santa Claus viste de rojo, porque no voy yo a poder convenceros de que no leáis mi correo, que os vayáis a casa con vuestros amigos, familiares o con quién estéis más a gusto, que te olvides de comprar objetos y que te regales una cena a base de pan con tomate y embutido y te pierdas en los detalles de esa conversación con esa persona que te hace sentir bien, reírte con ella, sentir como ese momento se congela en el tiempo y que te llena el corazón más de lo que cualquier smartphone, colonia o jamón que te puedas comprar.
Si es un sueño, pero para que están estas fechas sino es para soñar con un mundo mejor.
Feliz Navidad a todos.
Película: Bad Santa